Vida mínima, salario nuevo
Duele el trabajo honrado, explotado de esta manera. Y no puede subirse más “porque causa inflación”. Ese fenómeno de la economía macro, que no es fácil de entender para profanos y me parece que tampoco lo es para los expertos. Toda vez que la economía, como la psicología, es ciencia probable.
Con el chantaje implícito de aceptarlo así o de perder el escaso y esclavizante empleo o con el otro miserabilista argumento que consiste en decir: ¿qué se suple el trabajador con un aumento de salario, si la inflación, que galopa detrás, le va a incrementar los precios de todas las cosas y servicios?
Aunque bien podría argumentarse que el aumento de un mínimo tres para el que ya es denominado salario mínimo, de nada sirve si el transporte, por ejemplo —y es un buen índice para todo lo demás— aumenta un seis-punto-algo por ciento.
Transmilenio, con sus losas brinconas, su robo continuado de celulares, sus apretones, sus filas en descampado, sus accidentes por haberse robado las vías vehiculares, sube cien pesos de los mil quinientos que venía costando.
Gran escalada de precios se espera para este tétrico enero, con origen en los costos escolares. Y los trabajadores de salario mínimo, con dieciocho mil más en el bolsillo, tendrán que sortear el costo de cuadernos, uniformes, pensiones, porque han de educar a los hijos de alguna manera, ya que la educación en Colombia no es gratuita.
Y el presidente Uribe, el perpetuo, afirma haber hecho un gran esfuerzo por incrementar el salario por encima de la inflación, reducida a muy baja cifra, como éxito económico, que también podría ser estimado como recesivo.
Bien, este columnista se ha metido en un tema que no es el suyo, pero tan sólo quiere decir que ve como una curiosidad paradójica que la especulación tendera, el comercio desbordado, las importaciones de autos sin control alguno y sin vías (que van haciéndose aceleradamente para que circulen, lo mismo que los decretos gubernamentales para que no circulen), nada de esto ocasiona inflación, solamente los contratos laborales.
Se requiere de un salario nuevo, replanteado, y una vida mejor para la mayoría, la que soporta el peso de los índices económicos. Me resta desearles un feliz y próspero año. Error, dije próspero.