Devastador terremoto deja a Haití en ruinas
Las autoridades no determinaron la cantidad de muertos o heridos, pero advirtieron que los daños del terremoto, uno de los más intensos registrados en América desde el 2000, son gigantescos.
"Creo que verdaderamente se trata de una catástrofe de enormes proporciones'', indicó el embajador de Haití en Estados Unidos, Raymond Joseph, a la cadena de televisión CNN.
La comunidad internacional reaccionó de inmediato con ofrecimientos de ayuda. Entre los primeros países latinoamericanos en poner a disposición de las autoridades haitianas asistencia de emergencia estuvieron Brasil, Colombia y Venezuela. En Miami, también hay ya gestiones comunitarias para el envío de ayuda humanitaria.
El Palacio Presidencial, la Catedral y varios edificios gubernamentales quedaron destrozados en Puerto Príncipe, informó la televisión de Haití.
Diplomáticos estadounidenses en el lugar "vieron numerosos cuerpos en las calles y sobre las aceras, que quedaron hechas pedazos'', dijo Philip Crowley, portavoz del Departamento de Estado. "Evidentemente hay numerosas muertes''.
Las comunicaciones con Haití quedaron cortadas casi por completo, lo que hacía imposible tener una información clara de los daños o víctimas, mientras las réplicas sísmicas seguían remeciendo un país donde la situación de pobreza es desesperada y donde muchos edificios son endebles. En muchos lugares no había suministro de electricidad.
Karel Zelenka, representante de los Servicios Católicos de Ayuda en Puerto Príncipe, dijo a algunos colegas estadounidenses, antes de que se perdiera el servicio telefónico, que "debe haber miles de personas muertas'', de acuerdo con la vocera del grupo asistencial, Sara Fajardo.
"El informó que había un desastre y caos totales, que nubes gigantescas de polvo rodeaban a Puerto Príncipe'', dijo Fajardo desde las oficinas del organismo en Maryland.
Un corresponsal de AFP en Haití detalló que el sismo duró poco más de un minuto. Poco después, dos réplicas de 5.9 y 5.5 estremecieron el país, indicó el Instituto de Geología de Estados Unidos (USGS).
El USGS indicó inicialmente que el movimiento telúrico fue de magnitud 7.3, con epicentro a 16 kilómetros de la capital y a una profundidad de 8 kilómetros.
Dale Grant, analista del USGS en Golden, Colorado, dijo que éste fue "el terremoto más intenso registrado en esta zona''. Añadió que el último terremoto de gran magnitud fue de 6.7 en 1984.
Para medir la potencia de un sismo, el USGS utiliza la magnitud de momento (Mw). En esa escala abierta, un sismo de 6 grados se considera fuerte.
"Todos están totalmente aterrorizados y atónitos'', dijo Henry Bahn, funcionario del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, quien visita el país caribeño. "El cielo se tornó gris por el polvo''.
El embajador haitiano en Estados Unidos, Raymond Joseph, dijo desde su oficina en Washington que habló con el secretario de la presidencia de su país, Fritz Longchamp, quien le contó que "los edificios caen como naipes'' cerca del palacio nacional donde reside el presidente Rene Preval. Añadió que no ha logrado comunicarse con Haití telefónicamente.
Felix Augustin, cónsul general de Haití en Nueva York, dijo que está preocupado por todas las personas en el país caribeño, incluidos sus propios familiares.
"La comunicación es absolutamente imposible'', dijo. "He tratado de llamar a mi ministerio y no puedo… Esto es abrumador''.
El Servicio Meteorológico de Estados Unidos emitió una advertencia de tsunami para Haití, la República Dominicana y las Bahamas, aunque reconoció que los maremotos son poco frecuentes en la región. La alerta fue posteriormente levantadas.
Un corresponsal de la AFP en Petionville, distrito con una gran actividad turística y una de las zonas más ricas situadas en el este de la capital, informó que un edificio de tres pisos fue derrumbado y un tractor se había desplazado al lugar para socorrer a las víctimas, mientras muchísimas personas se encontraban en las calles en estado de pánico.
El fuerte sismo se sintió con gran intensidad en la vecina República Dominicana, con la que Haití comparte la isla de La Española, informaron las autoridades.
"En todos los lugares se sintieron los efectos del temblor, no se ha reportado ningún daño, pese a que hemos estado monitoreando por todos los lugares más vulnerables'', señaló Luis Luna Paulino, director de Defensa Civil de República Dominicana.
Cientos de dominicanos, residentes en poblados costeros, se dirigieron a lugares más altos en prevención de la eventual entrada del mar a sus zonas en tierra.
Las operaciones del Metro de Santo Domingo fueron suspendidas y decenas de empresas despacharon a sus empleados a sus casas.
Las autoridades de Cuba realizaron evacuaciones preventivas en zonas bajas de la ciudad de Baracoa, en la región oriental de la isla, donde se sintió con intensidad el terremoto que sacudió a Haití, mientras vigilaban la evolución del fenómeno.
"Se sintió más que fuerte, yo diría largo, nos dio tiempo de bajar (a la calle)'', dijo a la AP monseñor Dionisio García, arzobispo de Santiago de Cuba, a 800 kilómetros de La Habana y uno de los puntos más cercanos a Haití.
Varias personas consultadas telefónicamente desde La Habana hasta la ciudad oriental reportaron haber percibido el sismo, pero todos aseguraron que no hubo daños materiales.
Alberto Ortiz, un empleado de un hotel santiaguero, dijo que por lo pronto todo estaba tranquilo.
El Estado Mayor de la Defensa Civil informó que hasta la noche del martes no se había producido "sobreelevación del mar en ningún punto costero'' de las provincias de Santiago de Cuba y Guantánamo.
La organización indicó que se mantiene la vigilancia ante el efecto "de posibles réplicas sobre el nivel del mar''.
Haití, que detenta la renta per cápita más baja de todo América y tiene al 80 de su población de casi nueve millones de habitantes viviendo en la pobreza, ha sido golpeada por una serie de catátrofes naturales, incluyendo el paso de varios huracanes en el 2008 con centenares de muertos, además de numerosas convulsiones políticas en los últimos años.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó su preocupación por la situación de Haití y subrayó que sigue de cerca la evolución de la tragedia.
"Mi corazón está con los haitianos tras este devastador terremoto'', dijo Ban, que añadió que se sentía "muy preocupado por la tragedia que afecta a los haitianos y al personal de la ONU que se encuentra allí''.
La ONU tiene desplegada en Haití una misión de asistencia (Minustah), que cuenta con cerca de 6,700 militares procedentes de 17 países y ya participó en el socorro a las víctimas de los huracanes que afectaron a Haití en el 2004 y el 2008.
El máximo responsable de Naciones Unidas añadió que ya ha "recibido algunos informes iniciales sobre lo ocurrido y seguimos los acontecimientos muy de cerca''.
Por su parte, el enviado especial de la ONU para Haití, el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton, expresó su disposición a "hacer todo lo que sea necesario'' para ayudar al pueblo haitiano.
"Mis pensamientos y oraciones están con el pueblo de Haití'', dijo Clinton mediante un comunicado difundido por la fundación que lleva su nombre.
Clinton señaló que sus colaboradores en la ONU, así como el resto de agencias del organismo, siguen la evolución de los acontecimientos en Haití tras el terremoto.
"Tenemos el compromiso de hacer todo lo que sea necesario para ayudar al pueblo de Haití en las tareas de rescate, recuperación y reconstrucción'', agregó.
Además, la portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), Stephanie Bunker, dijo a Efe que se han iniciado los preparativos para enviar a Puerto Príncipe un equipo de la unidad de Coordinación y Evaluación de Desastres de las Naciones Unidas (UNDAC).
También indicó que equipos de búsqueda y rescate en todo el mundo están siguiendo los acontecimientos por si se necesita su asistencia.
La comunidad haitiana de Florida, mientras tanto, expresó su profundo pesar y dolor por el terremoto.
"Estamos muy preocupados, es horrible lo que ha pasado'' en Haití, dijo a Efe Marleine Bastien, de la organización "Mujeres haitianas de Miami'', quien destacó que los haitianos residentes en Estados Unidos no pueden comunicarse con sus familiares porque las líneas telefónicas en la isla están cortadas.
"Estamos todos en total shock'', expresó consternada Bastien.
La comunidad de haitianos residentes en Estados Unidos asciende a más de 1.2 millones, de los cuales cerca de 700,000 viven en el estado de Florida.
Los congresistas estadounidenses por Florida Lincoln y Mario Diaz-Balart y Ros-Lehtinen enviaron una carta al presidente Barack Obama, para solicitar el inmediato envío de ayuda humanitaria a Haití.
"Es importante que Estados Unidos envíe lo antes posible la asistencia humanitaria a nuestros amigos y vecinos, Haití'', señala la carta.
Los tres congresistas piden también en la misma carta a Obama que se conceda el Estatus de Protección Temporal para los haitianos que viven en Estados Unidos y que todavía no han conseguido la residencia permanente.
Las organizaciones de haitianos en Florida han hecho un llamamiento a recoger ayuda para enviarla en cuanto sea posible a su país.
La Arquidiócesis de Miami convocó para el miércoles a la celebración de una misa por las víctimas del terremoto y pidió a sus feligreses donaciones para ayudar en la recuperación del país.