Los equipos de rescate, lograron rescatar hasta el momento 21 de las 90 personas que viajaban a bordo del avión de la aerolínea Ethiopian Airlines.
El ministro de Transportes libanés, Ghazi Aridi, informó que “En su interior viajaban 83 pasajeros y siete miembros de la tripulación de la Ethiopean Airlines”.
Aridi identificó a ‘54 de las víctimas como libaneses, 22 etíopes, un iraquí, un sirio, un libano-canadiense, un ruso-libanés, una francesa y dos británicos de origen libanés’.
La ciudadana francesa es Marla Sanchez, la esposa del embajador francés en el país del Cedro, Denis Pietton, según manifestaron de la delegación diplomática.
Las autoridades libanesas, junto al presidente Michel Sleiman desplegó un importante dispositivo de rescate desde la madrugada para ‘hallar pasajeros con vida, una posibilidad poco probable dado el tiempo transcurrido desde el accidente, las duras condiciones climáticas y las bajas temperaturas del Mediterráneo’.
Rastrean el lugar, buques de la Armada y helicópteros militares a 2.5 kilómetros de Naameh, localidad costera situada 12 kilómetros al suroeste de Beirut, en busca de supervivientes, aunque con dificultades por el mal tiempo.
Testigos que presenciaron el siniestro indicaron a los medios presentes que “el avión, convertido en una enorme bola de fuego, se precipitó sobre el mar a las 02:30 de la madrugada, cuando una fuerte tempestad se abatía sobre la capital”.
Así es que los mismos medios publicaron que “el aparato fue alcanzado por un rayo”.
Si se confirma que el avión se incendió antes de caer al mar, resultaría improbable hallar víctimas con vida.
La comisión oficial descartó que “el aparato, un Boeing 737, haya sido objetivo de un ataque terrorista, sino que apunta al mal clima como motivo del accidente”.
El primer ministro libanés, Saad Hariri, declaró para el día de hoy ‘luto nacional en memoria de las víctimas’.