3 de diciembre de 2024

Billy Gates y su tremenda competencia.

22 de enero de 2010

Su inicio, en el Imperio más poderoso del universo, es tremendamente apasionante, y gracias a su tenacidad, y a su mente brillante ha llegado a esas alturas.
Eso no es ninguna pirámide ni cosa que se le parezca. Pero vienen unos vivos que sí explotan  a la humanidad y no la benefician en nada.

Llegué luego a un libro, donde se hablaba de otros multimillonarios de otras latitudes, y me detuve en un individuo, conocido de autos, pero sin tanto bombo. Esta joya se llama EDIR MACEDO BECERRA, originario de Brasil, donde hay varios ingredientes, que mezclados producen una vinagreta religioso-satánica, como lo son, la samba y el vudú.
Pero este culebrero astuto, no se interesa mucho por las “garottas”, sino que ha montado una de las industrias más poderosas en Latinoamérica,  extendida a los EE.UU., México, y muchísimos países.
¿Cómo lo ha hecho?  Por uno de los caminos más vulgares y atentatorios  contra  la    dignidad humana y es, haciendo de la Religión, un tinglado corrupto, porque si bien es cierto que cada quien puede creer en lo que le venga en gana, también hay que acotar que no se pueden ejercer mecanismos de imposición, de seudo-chantaje, ni mucho menos llevar a la gente más ignorante y más humilde, que en su desespero por buscar algo espiritual, caen en manos de estos mercaderes de la religión.
La clave para este individuo se llama “pare de sufrir”,  o Iglesia Universal del Reino de Dios.
Edir Macedo auspicia  la enseñanza errónea del llamado movimiento  de la Prosperidad.
El dice: “Yo no sigo a un Dios pobre. Si su Dios es pobre es porque sus pensamientos son pobres…………La pobreza es del diablo; no de Dios “.
Este negocito, fundado hacia 1.977, se ha visto rodeado de escándalos judiciales y múltiples demandas, incluso Macedo estuvo en la guandoca en 1.992. A las dos semanas estaba libre, y dos años más tarde absuelto de toda culpa.
En México su  feudo es inmenso. Con 48 templos, 30 de estos solo en el D.F. Se calcula que su fortuna personal sobrepasa los 10 mil millones de dólares, y sus viviendas, publicadas con gran despliega, semejan palacios de jeques árabes petroleros.
Posee una de las más grandes redes de medios de comunicación, entre  emisoras y estaciones de Televisión, además de medios impresos y páginas en Internet.
Y lo uno atrae a lo otro: el éxito económico del “pastor de almas” lleva a que gran cantidad de incautos le apuesten a “dejar de sufrir”, entregando en dinero lo que tanto les ha costado conseguir, para apostarle a la ruleta, a la lotería que favorece a los “bienaventurados” e ingenuos, al estilo de las pirámides que esquilmaron a la mitad de colombianos. Y en la medida que la “realidad” es creada por los medios masivos, los ingenuos, según aquellos creyentes, somos los que seguimos aferrados al vil metal y no dejamos todo en manos del “Señor”, que ha tenido a bien elegir un buen intermediario para alivianar la carga que implica un ahorro improductivo.
El ilustre representante de esos súper-inversionistas de las creencias, en Colombia, es el Pastor Enrique Gómez,  quien no solo aplica “tarifas diferenciales” con facilidades de pago, sino que otorga “visas diplomáticas” para evitar hacer colas en inmigración, rumbo a la entrevista directa con Cristo.
Este salvador de almas, cuestionado por la justicia, llegó también al sitio indicado, donde hay  múltiples formas de apuñalar el desmirriado fisco y encontró alimañas de su estilo, cuando accedió al seno de la democracia, al templo sagrado del congreso, como representante, y que se sepa, no hay pruebas de “sanaciones” ni tampoco pudo hacer nada para que el senador Clopatofsky, pudiese volver a caminar.
Valga la acotación de que no todas esas iglesias, tienen miembros deshonestos, pero ese argumento del “diezmo” se ha prestado para muchas cosas.
Mi pregunta, ha sido siempre si esos delitos están tipificados en el código penal, si hay en curso investigaciones o si el enriquecimiento ilícito es selectivo.