Un silencio preocupante.
“Si no nos unimos para emprender acciones decisivas, el cambio climático causará estragos en nuestro planeta… en nuestra prosperidad y nuestra seguridad… la cuestión ya no es si la culpa es de los seres humanos, sino cuánto tiempo nos queda para limitar los daños…
El mundo necesita tomar medidas para contener el ascenso de la temperatura a 2 grados centígrados… Una subida mayor… secaría los continentes y convertiría tierras de cultivo en desiertos. Podría extinguirse la mitad de todas las especies, millones de personas se verían desplazadas y el mar inundaría países enteros…
… los políticos, en Copenhague, deben llegar a un acuerdo justo y eficaz, con un calendario firme que lo convierta en tratado… El núcleo del acuerdo… un pacto entre los países ricos y los países en vías de desarrollo sobre cómo se va a repartir la carga para luchar contra el cambio climático. El mundo rico es responsable de tres cuartos del dióxido de carbono emitido desde 1850… cada país desarrollado en 10 años, debe comprometerse a reducir sus emisiones a un nivel muy inferior al de 1990. Los países en vías de desarrollo tendrán también que emprender acciones significativas y cuantificables… El mundo industrializado debe comprometerse a ayudarlos a adaptarse al cambio climático y a suministrarles tecnologías limpias que les permitan crecer económicamente sin aumentar sus emisiones…
Es necesario determinar la arquitectura de un futuro tratado con una rigurosa vigilancia multilateral, recompensas justas a cambio de la protección de los bosques y la evaluación creíble de la "exportación de emisiones" para que la carga acabe repartiéndose, de forma más equitativa, entre quienes fabrican productos contaminantes y quienes los consumen.
La transformación será costosa, pero mucho menos que la factura del rescate del sector financiero mundial, y muy inferior al costo de no hacer nada…Los países desarrollados tienen que cambiar su estilo de vida: comprar, comer y viajar de forma más inteligente; pagar más caro la energía y utilizarla menos.
Pasar a una sociedad que emita poco carbono ofrece más oportunidades que sacrificios… una transformación que aporte crecimiento, puestos de trabajo y mejor calidad de vida… requerirá proezas de ingeniería e innovación… la sustitución del carbono debe resultar de un esfuerzo conjunto para alcanzar la salvación colectiva.
La situación reclama el triunfo del optimismo sobre el pesimismo, de la visión de futuro sobre la estrechez de miras… Ese es el ánimo con el que periódicos de todo el mundo firmaron conjuntamente el editorial.
Los políticos presentes en Copenhague determinarán cómo nos juzgará la historia: una generación que vio el reto y lo enfrentó, o una tan estúpida que vio el desastre y no hizo nada para evitarlo”.
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