8 de octubre de 2024

S.O.S., ¡Alerta Armenia!

9 de diciembre de 2009
9 de diciembre de 2009

En Armenia los contubernios se apalancan en el Estado de derecho para promover el mal contra la ciudad. El otro día le hicieron al municipio una licitación a la medida para enajenar el acueducto. Ahora una tutela aprovecha el mismo vestido y su talla para que aquí se reconstruya una mole levantada entre desperfectos y corruptos, para que las pretensiones económicas de los particulares estén por encima de los intereses colectivos. ¡Qué horror señor juez!

Después de la decisión adoptada por la actual administración de Armenia, aplaudida por los estamentos de la ciudad y mediante la cual se revocó la resolución que facilitó la apertura de una licitación para el innecesario negocio de privatizar el acueducto, los dueños del negocio acudieron a la tutela. Primero le tocó a un juzgado y la retiraron porque había quedado incompleta. Luego presentaron la segunda y por sorteo, cayó a otro despacho judicial; también se retiró. Había que hacerle nuevos ajustes y hasta que por tercera vez acuden por la defensa de sus pretensiones y ahí sí, -ese es el despacho- que aceptó la tutela que esta misma semana tiene que responder el gobierno del municipio.

Tan delicada es la situación que se presenta en Armenia, que es necesario convocar con urgencia a la ciudadanía y todos sus estamentos para que suenen las alarmas, antes de un atentado —apoyado en derecho— contra los intereses de Armenia. Desde los comienzos de la anterior administración, cuando se supo de las intenciones oficiales y del empeño de una, Unión temporal, los enemigos del bien se ponen en contra del municipio y del interés común. La iniquidad para algunos, es más importante que el municipio y su patrimonio; los desafueros en su contra tienen más peso para la felonía, que los argumentos de una comunidad que tiene derecho a defender sus bienes, -el patrimonio del municipio- como tiene que ser, por encima de las conveniencias particulares.
Otra vez un juez cree que el Estado tiene que defender por encima de todo, el derecho al negocio en el que ganan empresarios y pierde toda una sociedad. De nuevo los desafueros —fuente de inspiración de la perversidad pública— priman sobre los deseos y anhelos de la sociedad y pretenden que de aquí al miércoles se responda una tutela a la que acudieron como recurso —otra vez— los interesados en el negocio.

Exigimos que se proteja el derecho de la comunidad de Armenia por encima de las pretensiones que buscan la misma protección para su beneficio particular. Pedimos que se respete el derecho constitucional que le consagra a la alcaldesa de Armenia la obligación de representar y defender los intereses del municipio. Todo lo quieren para ellos, nada para la comunidad de Armenia y es en este estado de cosas, cuando más se necesita la reacción de los estamentos, de las instituciones de Armenia y por supuesto de la reciedad, seriedad y responsabilidad del gobierno municipal.

No debe un juez de la República consciente de la prioridad que en el Estado de derecho deben tener los intereses colectivos de un pueblo, aceptar las pretensiones de quienes desde su óptica empresarial sólo buscan enriquecerse, acumular capitales y multiplicar patrimonios a costa del bolsillo de los ciudadanos y de los bienes que le pertenecen como en este caso al municipio de Armenia. La resolución por la cual se abrió licitación para adjudicar los servicios de acueducto y alcantarillado de Armenia no existe, fue revocada. Nunca se hizo necesaria, salvo en la oscura mentalidad que se anida en la corrupción pública del país. No necesita el municipio operador privado para su acueducto. Los falsos factores con los que el otro día se plantearon para justificar esa necesidad, no existen y la viabilidad y capacidad de EPA y el acueducto municipal están probadas. No al mal que se pretende. Los jueces de la República saben que el bien común está por encima de cualquier interés particular. S.O.S. ¡alerta Armenia!