22 de septiembre de 2023

Fiscal de DH y DIH asume caso del coronel (r) Aldana

15 de diciembre de 2009
15 de diciembre de 2009

Aldana Ortíz, ex comandante operativo de la Policía en el Tolima, se presentó y entregó de forma voluntaria a las 6:40 de esta mañana ante servidores del CTI de la capital tolimense, cuyo Juzgado Quinto Penal Municipal adelanta el proceso por el crimen de Erika Cecilia Yeneris Gutiérrez, esposa del oficial ( r ).

Los hechos que se investigan ocurrieron en septiembre último, cuando en diferentes sitios de la carretera Ibagué-Alvarado (Tolima), fueron halladas en bolsas negras partes del cuerpo de Yeneris Gutiérrez, en avanzado estado de descomposición.

Defensa del ex coronel Aldana salió "general"
El Nuevo Día, Ibagué

 

Después de una audiencia que duró más de 10 horas, el ex coronel Aldana tendrá medida de aseguramiento con detención intramural, así lo dictó hoy a la 1:30 de la mañana el juez que asumió el caso.
Con una tranquilidad para algunos pasmosa, se presentó en audiencia pública Joaquín Enrique Aldana Ortiz, ex coronel de la Policía, sindicado de asesinar a su esposa Érika Cecilia Yeneris.

La Fiscalía fue la primera en intervenir y esgrimir los elementos probatorios que acusaban a Aldana de haber cometido el horrible crimen, se solicitó la imputación de cargos por el delito de homicidio agravado, pues según la parte acusatoria hubo goce, al cometer el ilícito, lo que se denomina en los estrados como sevicia.
"Los días 9, 11 y 12 de septiembre fueron hallados restos humanos, esparcidos en la vía que del municipio de Ibagué comunica con Alvarado, los investigadores determinaron que se trataba de una persona de sexo femenino, que había sido descuartizada y literalmente martirizada, de acuerdo con los cortes que se pudieron observar", argumentó la Fiscalía.
"La forma como murió esta persona fue determinada después de un arduo informe de medicina legal realizado por especialistas forenses, quienes precisaron que la occisa habría recibido 48 cortes en su cara, hecho que se realizó después de muerta y con el firme propósito de entorpecer las labores de identificación, pues también tenía cercenados los pulpejos de sus dedos, para evitar un reconocimiento dactiloscópico", agregó en ente investigador.
De acuerdo con lo expuesto por la parte acusatoria y Gaitán Bazurto, especialista forense "este crimen fue cometido por una persona corpulenta y con formación en criminalística", demostrando con un certificado expedido a nombre de Aldana, que el ex coronel se había graduado como tecnólogo en la materia, lo cual lo incriminaba aún más.
Otro de los argumentos en que se basó la Fiscalía fue el estudio psicológico que se realizó a la hija del ex coronel, en el que se percibió "incongruencias", además se halló que la niña había sido manipulada por su progenitor para favorecerlo.
De igual manera, se contó con la versión incriminatoria de Walter Loaiza, miembro de la Policía nacional adscrito al área de sistemas; según la Fiscalía, Loaiza fue interrogado por el entonces Coronel acerca de un programa que permitiera observar los correos y conversaciones virtuales sostenidas por Érika con sus contactos del Messenger, Loaiza, le sugirió que ingresara a la página de Google, donde había un sinnúmero de opciones que podría cumplir para este cometido.
En el estudio por parte de los peritos en sistemas que la Fiscalía designó para estudiar el disco duro del computador que la familia de Aldana voluntariamente entregó se encontró que efectivamente alguna vez estuvo dicho programa en la CPU del equipo de cómputo, pero que posteriormente fue borrado sin percatarse que el programa guardaba una carpeta oculta con toda la información que había sido observada.
"En esta carpeta se pudo encontrar varios folios de conversaciones de tipo sentimental, con un vocabulario romántico y en que se manifestaba claramente que Érika, su cónyuge, le estaba siendo infiel, lo que hace suponer un móvil pasional para haber cometido el asesinato", esta fue otra prueba que incriminaba al ex Policía.
Teniendo una víctima, un acusado y un móvil la Fiscalía instó al acusado a allanarse a los cargos de homicidio agravado, por lo que podría recibir una pena de 25 a 40 años.

No aceptó
Henrry Franco, el juez que tiene el caso, le indagó sobre si "entendía y era conocedor de los cargos que se le estaban imputando", recibiendo una respuesta afirmativa por parte del acusado.
Prosiguiendo con el protocolo, Franco le preguntó que si se allanaba a los cargos, obteniendo como respuesta por parte de Aldana, "señor Juez, no acepto los cargos, soy inocente".
Luego de la respuesta negativa por parte del presunto implicado, la Fiscalía procedió a solicitar la medida de aseguramiento para el ex oficial de la Policía.
Fue en ese instante, cuando la defensa hizo su intervención y lo hizo con argumentos claros y contundentes que pretendían desvirtuar cada uno de los puntos en que se basaba la Fiscalía para condenar a su defendido.
En la voz de Jorge Enrique Lozano, su abogado, estuvo su defensa, "Señoría hemos escuchado una intervenciones en las que se reseñan una serie de elementos materiales probatorios y con todo el respeto que me merecen quienes me han precedido, han sido mal analizados, mal denominados y no han sido estudiados bajo el criterio científico que debe hacerse, este defensor no quiere cometer las mismas fallas, por esto es que me acompañan peritos en todas las materias que me han asesorado y la intervención que voy a hacer, le va a mostrar la otra cara de una moneda que no hemos visto".

¿Pruebas de inocencia?
Fueron en total 10 las pruebas que presentó la defensa de Aldana para desvirtuar las acusaciones que le imputaban a su defendido.
"Empecemos por lo elemental, y esto es la plena identificación de los restos encontrados, que en primer lugar contiene unas características físicas y cualitativas del agresor, si examinamos el protocolo de necropsia, encontramos que dice que hay una completa identificación y al menos en esta diligencia no la veo, la Fiscalía no la entregó, entonces ¿dónde está la completa identificación?" preguntó la defensa.
Otro de los factores en que se fundamentó el abogado fue que "en la Registraduría aún no había un documento que probara que Érika Yeneris estuviera muerta, el certificado de defunción todavía no había sido expedido por parte de la entidad y cómo vamos a acusar a alguien de un delito que todavía no está claro", esgrimió el defensor.
De igual manera adujo que para establecer la plena identidad de una persona se hace por medio de tres factores, dactiloscópia, ADN y carta dental.
Lozano aseguró que no había sido presentado ninguno de estos tres elementos para la identificación de la occisa.
Otro factor para asegurar que su defendido es inocente, fue un examen practicado a Aldana en el cual se le dictaminó una tendonitis crónica en su mano derecha, que no le permitía cerrarla de manera normal ni realizar un esfuerzo prolongado con esa extremidad.
"Esta es la prueba irrefutable que el crimen que se le está imputando fue realizado por una persona totalmente distinta al coronel Aldana y según esto, es prácticamente imposible que mi defendido hubiera sido su autor, además, la Fiscalía siempre expresó que el hecho fue cometido solamente por el imputado", expuso Lozano Guarín.
Refiriéndose a la prueba donde se le hizo un estudio psicológico a la hija mayor del ex coronel, dijo que, "en primer lugar el informe que presentó la Fiscalía expresa que la niña presenta confusiones, debido a la familia o a los medios de comunicación, la manipulación es muy diferente a la confusión", sostuvo.
Respecto a esta entrevista (a la hija), manifestó que esta solo podía hacerla un psicólogo forense y "la persona que la realizó, Eliana Yulieth León, al parecer, es psicóloga, porque en el informe aparece como investigadora".
Respondiendo a la prueba de las muestras de sangre encontradas en los ductos de desagüe de la casa, explicó que la cadena de custodia había sido rota, además que en ningún lugar del informe se menciona que las muestras halladas correspondieran a sangre humana, por el contrario, "siempre en el informe se enfatiza en que la prueba dio resultado negativo y que simplemente corresponde a residuos de dos ADN diferentes".
El juez de Control de Garantías dictó medida de asegu ramiento a Joaquín Enrique Aldana Ortiz, pese a que la defensa pidió la reposición de la decisión. El juez se mantuvo en su posición y confirmó su fallo, Aldana tendrá a partir de hoy detención intramural.

"Si Aldana tiene la culpa, que pague lo que hizo", Enith Gutiérrez
Por Edwin Torres Padrón
Cartagena, Colprensa- El Universal

Sorpresa y alivio. Tristeza y dolor. A Enith Gutiérrez la embargan muchos sentimientos, algunos encontrados. La madre de Érika Cecilia Yeneris sólo espera que se haga justicia. Si su yerno, Joaquín Enrique Aldana Ortiz, tiene la culpa, "que pague lo que hizo".
Enith recibió ayer su primera llamada al celular a las 6:50 de la mañana. Un periodista le confirmó desde Ibagué que el ex oficial de la Policía se había entregado a la Fiscalía para responder por la muerte de su esposa.
A partir de ese momento, el celular de Enith no ha dejado de sonar. La han llamado sus familiares, periodistas, amigos y ex compañeros del coronel (r) de la Policía nacional.
A todos les ha respondido casi igual. "Me causa sorpresa y alivio esta entrega, porque con esto que ha pasado siento que se pueden aclarar las cosas. Desde hace tiempo que no sabía de él".
Al mismo tiempo, asegura Enith, siente tristeza porque sabe que pase lo que pase no podrá recuperar a su hija. "También tengo dolor, porque Aldana es para mi una persona muy especial, siempre fue cariñoso con nosotros, y me pongo del lado de su madre, ella también debe estar sufriendo".
La madre de Érika se enteró de la entrega de Aldana Ortiz en casa de una de sus hijas, quien reside en el barrio El Recreo de esta ciudad. Allí, Enith ha estado la mayor parte tiempo. Sus pequeños nietos han sido su mejor compañía desde que le informaron del trágico final de Érika Cecilia.
La aparición del ex coronel Aldana supone para los familiares de la víctima el final de un tormento.
Enith dice que el calvario lo vive desde el 9 de septiembre pasado. Ese día, ella trató de comunicarse con su hija para agradecerle el detalle que le envió a su hermana residente en Cartagena por el nacimiento de su segundo hijo, pero nunca la encontraron en su celular.
Días después, la Policía halló en diferentes sitios de la carretera Ibagué-Alvarado (Tolima), bolsas negras con partes del cuerpo de Yeneris Gutiérrez en avanzado estado de descomposición.
"Si los abogados de Aldana dicen que tienen pruebas para demostrar su inocencia, nosotros también tenemos pruebas en su contra, como por ejemplo que a mi hija la mataron en su propia casa. Si él no tiene nada que ver con su muerte porque nunca nos dio la cara.
"Cuando perdimos contacto con Érika él no nos dijo nada. O nos decía que estaba ocupado, o no nos contestaba el celular. Antes de no hablar más con nosotros, me mandó a Medellín a que fuera a buscar allá a mi hija, que había viajado", cuenta Enith.
"Viví con ellos entre marzo y junio, y los vi siempre bien. No sé qué pasaba en su habitación, pero se veían bien. Todos estamos sorprendidos con su comportamiento, siempre fue una persona especial para nosotros, eso es lo que más nos ha de desconcertado.

La otra batalla
El proceso por conocer la verdad apenas comienza. Pero el próximo 29 de diciembre, Enith debe enfrentar otra batalla legal.
En una audiencia en el Bienestar Familiar, en Ibagué, la madre de Érika expondrá las razones por las cuales considera debe quedarse con la custodia de la mayor de sus dos nietas, de nueve años.
"Las niñas están ahora mismo bajo custodia de una tía paterna. No nos las han dejado ver, nos cortaron hasta las llamadas telefónicas para hablar con las niñas. Yo crié a la mayor de las niñas hasta los siete años, así que por eso espero que me den su custodia", manifestó Enith.