Esto es con Noemi Sanín
La mentirosa angustia metafísica que tanto alega, es un farsante comodín para dejar en suspenso al país que necesita de urgentes claridades acerca de su inmediato futuro. Mientras tanto, los calendarios se achican, crece el desconcierto frente a la tómbola del referendo que, aun superando el calvario que recorre, le será difícil que el Virrey pueda ganar.
Este es el gobierno mas corrupto en la historia de Colombia.Quien detenta el poder, sin reparar en abusos,manipula a su antojo el porvenir del país. Tiene ministros a su incondicional servicio, convictos de ser autores de probados delitos; está al frente de la cartera de Justicia un sujeto que carece de independencia para tomar decisiones en razón del existente anillo judicial en torno de su hermano, señalado como un bandido que se aprovechó de un importante cargo público para proteger a reconocidos criminales; se conoce el nombre de embajadores actuales que debieran estar en la cárcel; hay presidentes de su partido de la U. encadenados en la prisión; muchos de sus parlamentarios electores, ya están sentenciados unos, y otros, muy pronto comerán del grasoso barril que en los panópticos alimenta a los malhechores; rueda el nombre de exministros que por acción u omisión aceptaron que se regalaran sumas astronómicas a los terratenientes, unos de Caldas, otros de Santander, aquellos de la Costa, éstos del resto del pais; los hijos del ejecutivo,bastante vivarachos,resultaron unos “genios” para enriquecerse de la noche a la mañana; una interminable cadena de falsos positivos asesinó inocentes; se hace ostentación de una caridad hipócrita, demagógica y barata, en los consejos comunales; unos gobernadores, elegidos bajo su mandato, son autores intelectuales de asesinatos, condenados por la Honorable Corte Suprema de Justicia, o ladrones, también sentenciados, que permitieron que otros se embolsillaran los dineros de la educación y la salud; funcionarios deshonestos, sin sanción, facilitaron el ingreso a Palacio, por las escaleras falsas, a facinerosos para sostener con ellos conversaciones indebidas; nombró Embajador en Chile a un exgobernador de Sucre, señalado como asesino intelectual y ha designado en la OEA al autor de falsedades ideológicas; se investiga a mas de 800 alcaldes, todos elegidos en los últimos siete años, por graves indelicadezas administrativas; con sentencias condenatorias, ya proferidas, se demostró que para la primera reelección se utilizaron las vías del delito; se manipuló una piñata, licenciosa y grosera, con las notarías; se compraron las conciencias de legisladores, quienes, previas sentencias, ya pagan los cohechos; se trasegó un tortuoso camino en la recolección de firmas, de pronto con la comisión de delitos, con el estafador de las pirámides de por medio, para darle viabilidad a una segunda reelección; los oídos se volvieron sordos y se enceguecieron los ojos frente a la votación de la Comisión Primera de la Cámara que negó mayoritariamente la nueva reforma de la Constitución; en fin, se utilizan cínicos procedimientos para avanzar, contra viento y marea, sobre una vía asfaltada por el crimen. Debe sufrir de daltonismo el señor Virrey, al expresar en su intervenciones televisadas que este gobierno es una transparente urna de moral.
Dicen los gratuitos defensores del actual régimen que los escándalos de corrupción tienen origen en el cuatrenio de Andrés Pastrana. Canallesca acusación. Que lo prueben. Todos, absolutamente todos los delitos que ahora se investigan y sancionan, hunden su génesis en los últimos siete años de este impróvido gobierno.
Por todo lo anterior, le llegó la hora al conservatismo. Después de haber sido modificada la Constitución para satisfacer los intereses autocráticos de una sola persona, los colombianos debemos retornar al juego limpio de la democracia, en abierta competencia los partidos, devolviéndole a las mayorías que dentro del ámbito de la Constitución se manifiesten, el legítimo derecho a marcar el rumbo del país. Lo peor que nos podría ocurrir, sería la divinización de quien ejerce el poder. Ni siquiera Jesucristo lo hizo, entregándole a unos pescadores ignorantes la proyección de su evangelio. Mueren los Pontífices, desaparecen los jefes de estado, cumplen su ciclo los caudillos, y la institución fundada por Dios, resistiendo las tormentas, sigue imbatible, las naciones perduran y las colectividades encuentran nuevos conductores.
Hay qué reconocer que al Partido Conservador le ingresaron dos formidables mujeres: Marta Lucía Ramírez y Noemí Sanín. Ellas venían influyendo en la vida pública –siempre- dentro de una muy definida ideología de derecha. Ahora actúan, decididamente en el Conservatismo con todo un respetable caudal de ideas renovadoras, larga experiencia como servidoras del estado y una vitalidad a toda prueba.
Hay que pensar seriamente en el próximo gobierno. Noemí Sanín, nuestra candidata, ha sintetizado, con fortuna, la estrategia inmediata del partido. “El conservatismo tiene ideas,valores, doctrina, gente, aliados y un programa que nos llevara a la primera vuelta con candidato propio y al triunfo en la segunda”
Omar Yepes Alzate, desde hace varios años, viene predicando la necesidad de que el Partido se presente con candidato propio en la contienda presidencial.Hace ocho años lo dijo, lo repitió hace cuatro, y hoy Noemí Sanín ha recogido esa tesis que habrá de salir avante cuando se elija nuevo mandatario. Esta mujer con tantos títulos ganados en la vida pública, tiene decisión, tranquila beligerancia para defender los derechos conservadores y vocación de ser ella quien ha de colocar en la cima nuestro pendón azul.
Ahora todos los partidos son minoritarios. Estamos convencidos que dentro de esas fuerzas emulantes, la mayoría la colocará el conservatismo, realidad política que le dará legítimo derecho, previas alianzas programáticas absolutamente imprescindibles, de gobernar a Colombia.