Contrapunto
Cuando llegué al renglón 45 estuve al punto de un síncope y creo que todavía tengo los síntomas y eso que antes pasé por sobre Carlina de los Ángeles Rodríguez, eso sí muy conservadora ella.
¿Cómo explicarse que la lista haya sido permeada por los mercaderes? Solo en el hecho de que las directivas conservadoras, tanto nacionales como regionales, hayan sido presa de cooptación por intereses mezquinos.
Me refiero al oscuro candidato Juan Sammy Merheg Marún. ¿Y quién es él? Pregunta de difícil respuesta porque carece por completo de antecedentes en la vida pública del Departamento de Risaralda al igual que en el Partido Conservador. A propósito, yo sí quisiera saber si posee la cédula partidaria que acredite su membrecía en el conservatismo y desde cuándo. De tenerla deberá ser asunto de última hora, no nos digamos mentiras.
Resulta más propio mencionar que es hermano del ex senador Habib Merheg Marún, el de Colombia Viva, movimiento político desintegrado a fuerza de investigaciones, medidas de aseguramiento y condenas. Ninguno de los senadores elegidos por esa divisa completó el período constitucional. ¡Buena procedencia, eh!
Los señores Merheg no poseen ideología de ninguna naturaleza, tampoco nada que se parezca a ideas. Bueno, ideas de negocios sí y en ellos sobresalen. El ejercicio electoral lo destinan a protegerlos, principalmente los de cable en el occidente del país y ahora, reprobados por otras banderías, el conservatismo les servirá de gancho ciego por cuatro años más por decisión equivocada y reprobable de las directivas de mi partido, que no es, ni ha sido, ni será el de ellos. Un caso parecido al del hijo de alias “la gata”. ¡Una total vergüenza!
Le decisión debería ser revocada para no empezar a sospechar que algo hiede y muy maluco, ¡uffff!, en Dinamarca y a repensar si en estas condiciones vale la pena ser conservador o hacer un curso de paracaidismo con los señores Merheg para mantenerse a salvo de las contingencias políticas.
Mucho me late que cosas como esta justifican y le dan razón a quienes, asqueados, han abandonado los partidos tradicionales para derivar hacía cuentos chinos y ensayos personalistas pero al menos no malolientes.
No hay derecho que a un candidato al senado claramente conservador, por ejecutorias y todos los merecimientos, como es el combativo Juan Hurtado Cano, los extraviados directores del partido le atraviesen en Risaralda a un advenedizo como Juan Sammy y, lo peor, quién sabe a cambio de qué clase de solidaridades, sinecuras o prebendas.
Tiro al aire: Para no deslucir Juan Sammy quedaría al ancho de la seda en la lista del movimiento bolivariano, bajo la protección del inefable comandante Chávez. [email protected]