Capturadas 16 personas en Riosucio y Santa Rosa de Cabal por delitos contra del medio ambiente
Gracias a las alianzas interinstitucionales establecidas en este caso con el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, la Corporación Autónoma Regional de Caldas, Corpocaldas y de Risaralda, Carder, el Grupo Investigativo de Delitos contra el Medio Ambiente de la DIJIN estableció que personas inescrupulosas estaban explotando ilícitamente oro causando daños irreparables en zonas protegidas.
Según la investigación ‘garimperos’ o mineros se asociaban con un inversionista y con maquinaria y capital invadían los cuerpos de agua (humedales), zonas vegetativas y sectores donde se encuentran comunidades indígenas. Para este caso específico se trata de una zona de especial importancia ecológica por ubicarse dentro de un asentamiento indígena, infracción que fue cometida por 16 personas que se instalaron en la ribera del Río Risaralda, removiendo material aluvial mediante la utilización de maquinaria pesada, tala de vegetación nativa, incremento de sedimentos en el agua y mal manejo de combustibles, fomentando otros fenómenos como el desplazamiento de especies de fauna silvestre y la contaminación del cauce del río.
Con la maquinaria pesada talaban el bosque nativo para la apertura de caminos clandestinos llevando retroexcavadora, motobombas, bombas de succión y soldadores que eran utilizados en la reparación y mantenimiento de la maquinaria, generando así otros tipos de contaminación; allí el oro es retenido y los demás componentes ya contaminados con químicos son devueltos al cauce, destruyendo el ecosistema e imposibilitando su proceso de recuperación.
Posteriormente el oro, la madera talada y las especies cazadas, eran llevados en vehículos a los departamentos de Caldas y Risaralda para su comercialización.. A OPERACIÓN
La invasión de predios e instalación de campamentos en las zonas ribereñas de cuerpos de agua con el fin de extraer oro de forma artesanal, constituye una transgresión al derecho de propiedad encaminada a obtener un aprovechamiento inadecuado de los recursos naturales mediante prácticas artesanales que combinadas con actividades convencionales sin cumplir con los controles exigidos por las autoridades ambientales para la mitigación del impacto causado en los componentes de los ecosistemas, se constituyen en delitos contra el ambiente, como daño a los recursos naturales, contaminación e ilícito aprovechamiento de yacimiento minero.