4 de diciembre de 2024

Llega desempleo a 11.7 por ciento en agosto

30 de septiembre de 2009
30 de septiembre de 2009

La dependencia estatal señaló que al cierre del trimestre junio-agosto de 2009, el número de personas sin trabajo alcanzó los dos millones 428 mil, hecho que los analistas atribuyen a la crisis económica.

Explicó que el 0.5 por ciento equivale a que 241 mil colombianos más perdieron sus empleos en ese lapso, la mayoría de ellos en las grandes urbes, donde aumentó el trabajo informal.

La migración, los problemas con Venezuela, el cierre de pequeñas y medianas empresas por la crisis económica y el hecho de ser una ciudad que está en un sitio intermedio, ubicaron nuevamente a Pereira en el liderato del desempleo en el país con un 21.3 por ciento.

En Manizales, el problema no es tan crítico pero de toda maneras  la capital caldense tiene 28 mil desempleados, una cifra que preocupa demasiado.
Las centrales obreras recibieron con reserva la cifra, tras advertir que por la crisis financiera, se han presentado despidos masivos, por el cierre de empresas, que ubicarían el desempleo en un porcentaje mayor.

LA DESOCUPACIÓN EN CIUDADES FUE DE 13,1%
Desempleo: otras 241.000 personas quedaron cesantes
El Nuevo Siglo

En agosto de este año, la crisis económica siguió impactando al empleo, al incrementarse el número de personas que quedaron sin trabajo.

Como consecuencia del impacto a la crisis económica del país, la tasa de desempleo se incrementó en las principales ciudades, al pasar de 11,4 por ciento en septiembre del año pasado a 13.1 por ciento en el mismo periodo del 2009. En el total nacional, la tasa pasó de 11,2 por ciento en el mismo mes a 11,7 por ciento. Esto significa que la población de desocupados se incrementó en 241.000 personas. Mientras en septiembre del 2008 el número de desocupados era de 2.188.000 para este año en el mismo mes llegó a 2.428.000.

La información fue dada a conocer por el director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) Héctor Maldonado, quien sostuvo que el índice de la población subempleada llegó a 29,7 por ciento.

Asimismo la desocupación entre jefes de hogar se incrementó al pasar en el periodo analizado de 5,7 por ciento a 6,1 por ciento. Entre las ciudades con mayor desempleo salieron a relucir Pereira (21.3 por ciento), Popayán (19.4 por ciento) y Quibdó (18.5 por ciento), pero se destacó las que menos desocupados tienen, entre las cuales sobresalieron Bucaramanga (9.5 por ciento), San Andrés (10 por ciento) y Santa Marta (10.3 por ciento). Entre tanto, en Bogotá el desempleo se ubicó en 11.4 por ciento.

Sobre este resultado, el analista de Correval, Germán Verdugo, señaló que “Colombia, al igual que muchas economías de la región, ha experimentado un incremento en la tasa de desempleo, hecho que ha contribuido al marcado deterioro en los índices de confianza puesto que crea incertidumbre sobre las posibilidades de mantener altos niveles de consumo o de inversión por parte de los agentes económicos”.

Oferta laboral

En lo corrido del 2009, según Correval, la tasa de desempleo ha tenido un repunte significativo debido a que después de mantener un promedio entre 11 por ciento y 11.5 por ciento entre enero de 2006 y diciembre de 2008, en los siete primeros meses de este año la tasa nacional de desempleo promedio se ubica en 12.7 por ciento. Sin embargo, lo que más llama la atención no es que haya una destrucción de empleo sino la acelerada ampliación en el ritmo de crecimiento de la oferta laboral y la capacidad de absorción de esa mayor oferta laboral por parte de los empleadores. Esto pone bajo tensión las perspectivas de la tasa de desempleo, sobre todo en un escenario de lenta recuperación.

Al analizar la tasa de crecimiento anual del número de ocupados se observa que se mantiene el ciclo normal de los últimos años con caídas hacia noviembre y repuntes en los meses siguientes. Esto implica que se mantiene la creación de empleos a nivel nacional, pero no son suficientes para las personas que salen a buscar trabajo por primera vez. No obstante, lo preocupante es el ritmo de crecimiento anual del número de desocupados que en abril alcanzó el nivel más alto desde finales de 2002 al registrar una variación de 14.6 por ciento con respecto al número de desocupados observados en abril de 2008.

Lo anterior es indicativo de que la oferta laboral está creciendo a un ritmo mayor que la demanda de empleo y en consecuencia, la ampliación de esta brecha se está reflejando en un aumento de la tasa de desempleo.

Esto significa un incremento de la oferta laboral en cerca de un millón de personas en los últimos cuatro meses, adicional al crecimiento normal de la población económicamente activa.

Por otra parte, varios estudios económicos sobre el fenómeno del desempleo hacen énfasis en la existencia de rigideces en el mercado laboral colombiano, como la inflexibilidad del salario mínimo y los denominados parafiscales, que para algunos explicarían, en parte, los altos niveles desempleo y la informalidad.

Fedesarrollo, por ejemplo, ha argumentado que el salario mínimo en Colombia es relativamente alto comparado con el ingreso per cápita del país y la productividad del trabajador. No obstante, reconoce que en términos absolutos este ingreso resulta insuficiente para suplir las necesidades básicas para un hogar.

En términos estrictamente económicos, el salario mínimo legal se considera una distorsión del mercado laboral en el sentido de que difiere del sueldo que surge de la interacción entre la oferta y la demanda del trabajo. En el escenario de un salario legal superior al del mercado libre de regulaciones, el resultado es un exceso de oferta de trabajo, es decir, más trabajadores que plazas de trabajo.

El ex ministro de Hacienda e investigador de Fedesarrollo, Guillermo Perry había planteado reducir los parafiscales a la mitad y financiar a las entidades beneficiarias con el aumento de un punto en el IVA para amortiguar el efecto que tendrá la desaceleración de la economía sobre el desempleo y la informalidad.