Hallan 33 cadáveres de Farc y Auc en fosas comunes
En la finca de Carlos Castaño
Una comisión de agentes del CTI, pertenecientes a la Unidad Nacional para la Justicia y la Paz, encontró los restos óseos de 17 campesinos que fueron asesinados hace 10 o 12 años, presumiblemente por hombres del ‘Bloque Bananero’ al mando de Jesús Ignacio Roldán, alias ‘Monoleche’.
El hallazgo, que se realizó gracias a información del DAS Córdoba y que contó con el apoyo del Batallón Vélez del Ejército Nacional, se efectuó en la finca La 35, ubicada en el corregimiento El Tomate, municipio de San Pedro de Urabá (Antioquia), y cuyo propietario era el cabecilla de autodefensas Carlos Castaño Gil, asesinado por gente al mando de alias ‘Monoleche’.
De acuerdo con el reporte de los investigadores, los cuerpos de todas las víctimas presentan señales de tortura y fueron desmembrados. El proceso de identificación plena de las osamentas se adelantará en los laboratorios especializados del CTI en Pereira.
Despacho internacional de Notimex
Bogotá. (Notimex).- El comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, general Freddy Padilla de León, informó hoy sobre el hallazgo de una fosa con 16 cuerpos de guerrilleros del anillo de seguridad del jefe rebelde Jorge Briceño (Mono Jojoy).
"Dentro de los cadáveres encontrados en la fosa se logró identificar a alias "Morroco", uno de los sobrinos de Jorge Briceño", precisó el comandante de las Fuerzas Militares.
"Morroco" era miembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde hace 18 años "y estaba encargado de instruir a los integrantes de esa organización en labores de inteligencia y preparación de actos terroristas urbanos que planeaban efectuar en Bogotá".
De acuerdo con el reporte del jefe militar, los rebeldes de las FARC murieron a consecuencia de un bombardeo de las tropas de la Fuerza de Tarea Conjunta Omega en el sureño departamento del Meta.
La localización de las fosas, rodeadas por casi un centenar de minas antipersonales, "fue posible gracias a información suministrada por un desmovilizado".
Otro enfoque noticioso
Por Redacción País, AP, El Heraldo y AFP
Bogotá. En dos fosas comunes en diferentes regiones del país, el Ejército y la Fiscalía hallaron 33 cadáveres correspondientes a 16 guerrilleros de las Farc y a 17 víctimas de los grupos paramilitares.
En una de las fosas en un paraje rural aparecieron los cadáveres de los subversivos, incluidos el de alias Morroco, sobrino de Jorge Briceño (Mono Jojoy), informó ayer el comandante de las Fuerzas Militares, general Freddy Padilla de León.
Según la misma fuente, el jueves se llegó a un lugar en donde un guerrillero desmovilizado señaló el sitio en donde las Farc enterraron 16 cuerpos, entre ellos el del sobrino de Jojoy.
En la Uribe. Los guerrilleros sepultados habrían muerto en los combates registrados en julio en esa zona.
Según Padilla, quien habló luego de una ceremonia militar en Bogotá, la fosa fue encontrada a unos 30 kilómetros de La Uribe, localidad a 160 kilómetros al sur de la capital del país, donde apareció el cuerpo de alias Morroco, quien llevaba 18 años en las Farc.
Padilla precisó que las informaciones que tiene la inteligencia militar es que Briceño no se ha enterado de la muerte de Morroco, pues al parecer el comandante del grupo no quería que se enteraran del fracaso frente a las fuerzas oficiales.
“Tenemos información de que estos 16 guerrilleros fueron dados de baja durante un operativo militar de (la fuerza de tarea conjunta) Omega, además conocemos que el (jefe militar de las Farc, Jorge Briceño, alias Mono Jojoy desconoce que su sobrino fue abatido por acción de las autoridades”, dijo.
La Uribe fue un fortín histórico de las Farc. Allí el Ejército propinó en 1991 uno de los más duros golpes a esta insurgencia.
De otra parte, en una finca del noroeste del país, que fuera propiedad de Carlos Castaño, el fallecido jefe máximo de los grupos paramilitares de extrema derecha, Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), se halló otra fosa común con los restos de 17 personas, víctimas de estos grupos.
Según los investigadores del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), los cuerpos estaban enterrados en una finca localizada en el municipio de San Pedro de Urabá, en el departamento de Antioquia, y presentaban signos de tortura. Por el estado de los cuerpos, los investigadores estiman que las víctimas fueron torturadas previamente.