Confirmado caso de polio en un niño de un año de edad en Marulanda
Un comunicado en este sentido, divulgado por la Dirección Territorial, es el siguiente:
En la muestra enviada por el Laboratorio de Salud Pública de Caldas al laboratorio del INS se aisló un poliovirus 2 tipo Sabin. La muestra igualmente se envió al CDC de Atlanta para diferenciación intratípica, lo que aclararía si el virus es salvaje o vacunal.
La DTSC ya había realizado las actividades de vigilancia epidemiológica y del Plan Ampliado de Inmunizaciones en la zona desde la notificación del caso al sistema de vigilancia para la salud pública y adelanta acciones de salud ambiental para determinar la calidad del agua potable de las viviendas aledañas. Es de resaltar que la cobertura de vacunación en nuestro departamento ha estado por encima del 92% en los últimos años según estimaciones censales del DANE.
Actualmente en el mundo se encuentran disponibles dos vacunas para poliomielitis: una de administración oral – VOP (tipo Sabin) y otra para administración parenteral – VPI (tipo Salk). Como resultado de la vacunación de polio se ha logrado control de esta enfermedad alrededor del mundo. En 1988 la Organización Mundial de la Salud planteó como meta la erradicación de polio para el año 2000. El último caso de poliomielitis salvaje en el hemisferio occidental ocurrió en agosto de 1991 en Perú, siendo el último reportado en Colombia (Arjona-Bolivar) en mayo del mismo año. En Septiembre de 1994 la Comisión Internacional para la Certificación de la Erradicación de la Poliomielitis confirmó la eliminación de la poliomielitis en las Américas.
La estrategia implementada para eliminación de polio en las Américas, adoptada a nivel mundial comprende los siguientes aspectos: Alcanzar y mantener una cobertura de vacunación superior al 95%, con al menos tres dosis de polio oral en niños menores de 1 año; desarrollar sistemas sensibles de seguimiento epidemiológico y de laboratorio para parálisis flácida aguda; y administrar dosis adicionales de polio oral a todos los niños menores de 6 años en campañas de vacunación nacionales para disminuir rápidamente la circulación de virus salvaje de polio.
La Vacuna Oral de Poliovirus –VOP- tiene la capacidad de provocar una respuesta inmunitaria en el intestino donde se produce principalmente la multiplicación del virus salvaje de poliomielitis, simulando el proceso natural de la infección. La vacuna se administra oralmente, infectando la mucosa del tracto gastrointestinal permitiendo que los virus vacunales se excreten por las heces durante varias semanas; el virus pasa también a los ganglios linfáticos y a la circulación sanguínea en la mayoría de los vacunados.
Dado el riesgo de importación de Poliovirus salvaje a las Américas, se hace necesario aplicar refuerzos de la vacuna a menores de 6 años hasta lograr interrumpir la circulación del virus salvaje en el mundo. La VOP confiere inmunidad de por vida al 95% de los niños vacunados con tres dosis. Su eficacia ha sido comprobada con la eliminación de la poliomielitis en 145 países. El Ministerio de Protección Social, el Comité Nacional de Prácticas en Inmunización (CNPI), la OPS y OMS recomiendan su utilización para lograr esta meta en el resto del mundo.
Respecto a los eventos adversos seguidos a la vacunación (ESAVI), se sabe que los casos de polio post-vacunal han sido observados después de la introducción de vacunas de polio con virus vivo atenuado. Pueden ocurrir ESAVI idiosincráticos (raros), por lo que la mayoría de los casos han ocurrido en áreas con bajas coberturas por más de dos años. Las cepas vacunales pueden recuperar la neurovirulencia una vez se replican en el intestino, por lo que en población que ha recibido vacuna de polio oral o población no vacunada que ha tenido contacto directo con receptores de la misma (convivientes) pueden aparecer casos de parálisis postvacunal. El número de casos de polio post-vacunal se ha reportado en 1 por cada 2´400.000 dosis de polio oral aplicadas en total, siendo de 1 caso por cada 1.400.000 a 3.000.000 para la primera dosis de vacuna y de 1 caso por cada 5´100.000 de las dosis subsecuentes de vacuna de polio oral. Para personas con algún tipo de inmunodeficiencia, el riesgo aumenta entre 3.200 y 6.800 veces en comparación con pacientes sin inmunodeficiencia.
GUILLERMO ALZATE ZULUAGA
Director General DTSC