Empresa Descafecol ingresa al negocio del café soluble
De esta manera, incursionó en el mercado tras adquirir los activos de Foodex, una fábrica de café soluble que entró en liquidación y que pasó a manos de la compañía en junio de este año.
Ese negocio le implicó a Descafecol una inversión de 30.000 millones de pesos y entrar al juego del café con valor agregado. El gerente General de Descafecol, Carlos Adolphs, señaló que entraron en este segmento para extenderse en el negocio y ampliar la gama de productos, con los que no hacían presencia con procesos más complejos de industrialización como café tostado, molido, concentrado de café y aglomerado, además de solubles descafeinados. El objetivo, dijo el empresario, es esencialmente fabricar para terceros.
“Luker tiene una marca de café soluble posicionada que le producía Foodex. Nosotros asumimos esa labor y ya estamos fabricando para ellos”, señaló. Sostuvo que la gama de clientes van desde las marcas propias de cadenas y la industria local procesadora, hasta firmas productoras de dulces y alimentos que trabajan con este producto. Sin embargo, la expectativa está concentrada en las exportaciones.
Adolphs dijo que quieren vender en el exterior 50 por ciento de la producción en solubles, aprovechando el portafolio de clientes que tiene Descafecol en el mercado internacional en el segmento de café verde descafeinado. “Estamos contactando a nuestros clientes en el exterior para ofrecerles el soluble”.
La planta fue diseñada para producir dos mil toneladas de café en polvo por año, lo que implica procesar seis mil toneladas de grano. Descafecol puede producir 20.000 sacos mensuales, cuyo destino es el mercado de Europa y Estados Unidos. La firma factura por año alrededor de siete millones de dólares. La firma, que tiene como socios a la Productora de Gelatina (Progel) y a Coffein Compagnie, adquirió hace año y medio la Compañía Nacional de Café.
Costos de la materia prima
El gerente general de Descafecol, Carlos Adolphs, reconoció que los altos precios del café colombiano en el exterior han generado sustitución del producto en el mercado por otros más baratos como los centroamericanos e, incluso, peruanos. “Es difícil vender café colombiano verde por los costos, pero se hace porque en todas partes necesitan el producto”, indicó. Pero también los costos se llevan a la materia prima en Colombia que hoy está marcada por la escasez. Por ello, para el empresario la Federación Nacional de Cafeteros agilice con el Gobierno las normas y reglas de juego para poder importar café del grupo andino.