Caicedonia, centinela regional del Quindío
Así se entiende por lo cerca, por lo próxima que está, porque la circunvecina ciudad respira ambiente de auténtica quindianidad. El Quindío no pudo satisfacer el deseo de contar con Caicedonia en su mapa político. Desde los primeros tiempos de la lucha separatista de Caldas, fue necesario ceder, hubo que renunciar a Caicedonia para que el Valle accediera con sus votos a la causa creadora del Quindío, de lo contrario sus líderes políticos hubieran hundido la cívica aspiración de los quindianos.
43 años después de creado el Quindío Caicedonia está más cerca de las entrañas del departamento. Se nota hoy con el comienzo de sus fiestas aniversarias. Las autoridades del municipio extienden invitación a sus fiestas, primero a los quindianos. Una amistad de siempre fortalecida en el tiempo, existe entre Caicedonia y Armenia. Poco antes de creado el departamento los lazos de confraternidad tenían en la radio de Armenia un medio efectivo de difusión. Por las emisoras locales La Voz de Armenia, La Voz del Comercio y Pregones del Quindío, se publicitaban las fiestas de Caicedonia. Cecilia Latorre Mejía lo hizo durante muchos años por su emisora La Voz de Calarcá, fundada por ella en 1961, hasta cuando un grupo de calarqueños, decidió fundar en Caicedonia una emisora, la primera frecuencia comercial con que contó la ciudad ‘Centinela del Valle’.
José Norbelly Torres Grisales, Nazario Morales y Frederman Grisales, bajo el liderazgo de Torres, abrieron la emisora Armonías Nortevallecaucanas frecuencia que durante varios años fue eslabón difusor de los más caros anhelos de la pequeña ciudad de entonces. La violencia política no había amainado todavía. Por sobre los campos pertenecientes a la zona rural del municipio, el crimen envanecido dejaba charcos de sangre derramada por los campesinos, mientras que las noches, eran de terror en los sectores urbanos. Una maldecida sed de venganza política se hacía sentir con violencia en los aciagos días de aquella época y la emisora, asumía la misión de pregonera de la paz y de factor de desarrollo con el que se limaban asperezas mediante la difusión de mensajes cívicos, de llamados y convocatorias permanentes al bien, para que volviera a vivir la población en paz. La radio contribuyó a generar “armonía” (a) entre los nortevallecaucanos de esos tiempos.
Mientras que de Calarcá llegaron a Caicedonia Torres, Morales y Grisales a fundar la emisora, de Armenia salían los llamados a aportar talento —a través de la radio— y a vivir los desvelos de la vocación radial, para que el medio y sus servidores fortalecieran aún más el servicio a la comunidad, el apoyo a la cultura y la siembra a las semillas de la convivencia y de la paz.
Se unieron desde entonces las mejores voluntades, se combinaron los más sanos deseos y se acoplaron los más puros sentimientos, para que fuera más breve el tiempo para el arribo de los sueños y esperanzas de un pueblo. Cuando el Quindío nació a la vida jurídica del país, sin Caicedonia en su geografía, en este municipio se estaba izando como aquí la bandera blanca de la paz. Desde entonces abundaron las comisiones promotoras del civismo, la actitud esencial con la que se aportó a la convivencia y para que en los pueblos de la región cesaran los odios entre hermanos, por pasiones banderizas de partido. El civismo fue esencial también para la vida pública de Caicedonia tan cercana a la del Quindío que empieza desde hoy a festejar sus efemérides. Armenia y el departamento, quieren que la alegría reine en estas celebraciones y que la hermandad de nuestros pueblos sea cada día más sólida y que las virtudes cívicas se vean en cada momento más fortalecidas.