19 de marzo de 2024
Marco Uribe
Señor Presidente, salve a Colombia y, de paso, su dignidad
No tengo cabida por múltiples razones en esos clanes o “mafias” que, de tiempo atrás, se vienen formando de manera hermética en los medios de comunicación.
Manizales se quedó sin “epónimos”, pero le quedan patanes pendencieros
Los epónimos son aquellas personas que sirven como emblema o símbolo de un pueblo, que dan realce, importancia y respetabilidad a ese terruño.
Manizales, atrapada por la demagogia, por el caos vial y por la indolencia
Hay personas que por "accidente" alcanzan ciertas dignidades en el sector público, y no obstante tener los conocimientos, no estaban preparadas para asimilar el brusco cambio en su vida.
Aeropuerto del Café: Una “ubre” mágica
Ninguna teta que haya dado tanta leche como este embeleco de proyecto, y todos los "mamíferos" que succionaron de ella se encuentran "rozagantes".
“Congresista a la brasa”: menú de Magistrados
No es que en Colombia no exista capital humano y medios técnicos para adelantar las correspondientes investigaciones penales, lo que ocurre es que tenemos una metástasis de corrupción.
Réquiems por los dos grandes Partidos
Son los cánticos luctuosos que se vienen entonando en este triste e inmerecido “funeral” que se le viene celebrando al Partido Liberal y al Conservador, y con una parafernalia muy propia de los sepelios.
“Tatequieto” a la corrupción en manos de la Fiscalía
No creo que al Fiscal General, Néstor Humberto Martínez Neira, lo sombre ningún nubarrón que lo comprometa con actores incursos en la pandemia de la corrupción.
Los “Aquelarres” en el Partido Liberal
Cualquier parecido que hayan tenido, desde la década de los 80 a hoy, las mal llamadas “convenciones liberales” con los “concilios de brujas” no es mera coincidencia.
Administración de justicia está gangrenada y su olor es pestilente
El gran defecto que tenemos los colombianos: bregar a tapar el sol con la mano. Estrategia esta que busca el verdadero corrupto cuando recurre a explicaciones infantiles y vacuas.
El pueblo elige los gobernantes que se merece
Si el presidente o algún parlamentario resulta corrupto en el desempeño de sus funciones, la responsabilidad recae en primera instancia, en esa franja minoritaria de electores.