29 de marzo de 2024
César Montoya Ocampo
¡Dios te salve, Salamina!
Vive Salamina en el recuerdo. Siendo un párvulo encontré cobijo en el hogar de mi tio Antonio José Ocampo para continuar estudios de bachillerato en el Colegio Pio XII regentado por los Hermanos de La Salle.
La invulnerabilidad de las estatuas
Lanzarle lodo a las estatuas es un deporte nacional. Si el símbolo está representado por un prócer encopetado, mayor es la cantidad de pantano que se arroja. Nadie se ocupa de los seres nimios.
Los nefelibatas
Quien percibe el eco profundo que llega del Olimpo, siente acoso espiritual que a diario lo espolea para que se arriesgue por los extravíos de las acuarelas, barrunte prosas, o ensaye viajes por el parnaso poético.
Domingo Roncancio Jiménez
La vereda queda allá lejos, encamisada por las nubes. ¿Ves esa línea en el horizonte, en donde parece que la tierra linda con el cielo? Cuando llegues al sitio que te estoy indicando, tenderás la mirada hacia otro confin,igualmente remoto.
Hideputa (2ª)
Julio Cortázar es un novelista de proyección mundial. Su obra “Rayuela” ha sido traducida a todos los idiomas de la tierra. No es fácil digerirla. Tiene inusual hondura psicológica y hace fotografías asombrosas de los caracteres humanos.
Hideputa (1°)
Se erizan los pelos cuando se escucha ese término indecente. ¡Cuántos muertos pernoctan en las tumbas a causa de esa ofensa!
La inatajable circulación de las élites
El conservatismo se suicida. Una honda división nacional evaporó sus multitudes y sus dirigentes, transformados en dinosaurios, evaden la inyección de sangre nueva que retome la comandancia.
Los pirómanos
Era un domingo en Aranzazu, de borrachera azul. Los balcones fueron engalanados con festones ondulados, tronaban las bocinas de los vehículos, flameaban banderas.
Político sin curul, no es nada
La política es extrovertida. No van con ella los cartujos, no los tímidos, tampoco los gagos, menos los indecisos. La política conlleva arrojo, valor civil, temeridad, horizontes, riesgos de tahúr.
Los Leopardos
Por los años cuarenta del siglo pasado a unos mozalbetes les dio por crear un movimiento de alborotos, no rebelde de las jerarquías conservadoras. Lo bautizaron con el nombre de “Los Leopardos”.