29 de marzo de 2024

Intereses ilegales han cooptado al Estado: exconstituyente Toro

18 de enero de 2021
18 de enero de 2021

-Suplantamos irracionalidad por religiosidad política
-Colombia requiere voluntad política y sentido de país
-Le abrimos paso al populismo de diversa índole
-Polarización, gran obstáculo para los acuerdos

Por Álvaro Rodríguez Hernández

Otro de los sobrevivientes de la Constitución del 91 es el abogado y Catedrático, German Toro Zuluaga.

Uno de ellos, Oscar Hoyos, oriundo de Balboa, falleció. Sobreviven por Risaralda de la Asamblea Nacional, Jaime Arias López, profesor, académico, exitoso abogado laboralista y el hoy aspirante presidencial, Iván Marulanda Gómez.

Germán, el abogado litigante y Consultor, Toro Zuluaga, estuvo de presidente de la poderosa Federación de educadores de Colombia, FECODE. Estuvo en la Constituyente por AD -M-19.

Mucha actividad académica, administrativas en el pasado, en la Red Alma Mater, en la UTP.

Veo mucha  polarización e irracionalidad  en el ejercicio de la política hoy en Colombia como en el mundo.

POPULISMO

“Veo una suplantación  del espíritu de concertación alrededor de los asuntos fundamentales de la sociedad por un  confrontación estéril y radicalización y polarización  que no favorece la consolidación y el desarrollo de la democracia sino que le abre paso a populismos de diversa índole. Q Ue desnaturalizan, profundizan, la política”.

Cree que hay necesidad de acuerdos  para tumbar obstáculos y poder  superarlos mediante consensos para sacar adelante a los Estados.

LAS TURBULENCIAS NACIONALES

Las turbulencias para él, son  ciertas.

“La polarización que tiene su propia expresión en Colombia y ese – lo recalca- es un obstáculo para hacer los acuerdos que requiere el país”.

Para el ex constituyen 1991, German Toro, hoy Colombia des gobernado por unas élites políticas que están asociados a intereses económicos muy fuertes. 

INTERESES ILEGALES

“Muchos de ellos son intereses económicos ligados a la economía no legal sino ilegales que han cooptado  no sólo el Estado sino los partidos, muchas organizaciones y ese es un obstáculo para para que la democracia florezca y los partidos se consoliden como  verdaderas alternativas de representación de los ciudadanos”.

Treinta  años después, precisa que esto es un motivo de celebración.

ORIGEN CIUDADANO

“La Constitución del 91 tiene  muchas virtudes y la principal que fue un ejercicio de origen ciudadano, iniciativa que no surgió de la mentalidad de un gran líder sino de los estudiantes y se fueron adhiriendo muchos sectores de la sociedad y a la que los partidos se tuvieron que plegar”.

Reconocer que la ciudadanía, admitió,  por sus iniciativas es posible que saque  adelante tareas de gran envergadura para transformar las  condiciones  políticas e institucionales de un país. Esto es muy importante y un hecho a celebrar.

ESPIRITU DE CONSENSOS

El abogado consideró  como otro paso fundamental, en estos 30 años, se debe reivindicar el espíritu de consensos y concertación, de acuerdo, que reinó en la Constituyente por las más diversas posturas ideológicas  representadas en Colombia pero con otro espíritu.

SENTIDO DE PAÌS 

Predominaba el interés general, el sentido de país, llegar  acuerdo para resolver situaciones de fondo para que en lo institucional y en lo político favoreciera el desarrollo económico y político de Colombia para que  la sociedad avanzara, agregó.

“Este espíritu se ha perdido por la polarización, la fanatización de la política, la suplantación de la irracionalidad por una religiosidad política y reivindicar el espíritu de concertación. En la diversidad es  necesario conseguir acuerdos para sacar adelante a Colombia”.

DESFIGURACIÒN  

Coincidió en señalar que hay unos aspectos de la Carta que han traído desfiguraciones y desvirtuado algunos aspectos.

“Tenemos una Constitución muy buena y útil para construir futuro fundamentado en una gran Carta de Derechos en el sentido de un Estado social de derechos y que se  desarrollen procesos de descentralización”.

“Consensos para transformar y ajustar para los cambios institucionales, recoger experiencias negativas”, sostuvo.

“Para ello necesitamos voluntad política y sentido de país para poder lograrlo”.