28 de marzo de 2024

Urge un coscorrón

23 de noviembre de 2020
Por Alberto Zuluaga Trujillo
Por Alberto Zuluaga Trujillo
23 de noviembre de 2020

La evidente realidad que vivimos los colombianos al observar las dificultades para construir gobernabilidad de parte del presidente  Duque, agravadas por la pandemia y el inclemente ataque de la naturaleza a vastos sectores de nuestra geografía, precipitó la carrera presidencial que arrancaba  un año antes de las elecciones, ubicándose en el partidor una vez más Petro con su movimiento de izquierda La Colombia Humana, llamando a la desobediencia civil; Fajardo, con su movimiento de centro izquierda, figurín y gaseoso, franja compartida con el senador Robledo y el exgobernador Camilo Romero quienes andan en ejercicios de calentamiento; y el Centro Democrático, una vez más agitando la bandera del castrochavismo con la cual perdieron en la Florida (USA) y en el que, con certeza,  ya no será el que diga Uribe. El ungido, a no dudarlo, será aquel que logre concitar a su alrededor una amplia coalición de grupos  y matices. Ya no será alguien impuesto por un partido sino un candidato de excepcionales  condiciones de liderazgo. Necesario será mirar atrás y recordar el coscorronazo que  arrebató el triunfo a quien se perfilaba como el más seguro ganador, haciéndonos caer en cuenta que el país lo que requiere es un hombre de mano dura pero de pensamiento amplio dispuesto al diálogo e igualmente inflexible en hacer cumplir la ley. Hoy, más que nunca, la Colombia post pandemia requiere de la participación activa y consciente de todos sus cedulados quienes, esgrimiendo la única arma posible en una democracia, cual es la cédula de ciudadanía, respaldemos con el voto al ciudadano más capaz y experimentado para que, al frente del timón, conduzca por las procelosas aguas de la mar embravecida la nave del Estado hacia puerto seguro. Y quién mejor que Germán Vargas Lleras, quien apenas con 19 años enarbolando las banderas de Luis Carlos Galán llegara  al concejo de Bojacá, situado a 40 kilómetros de Bogotá para que, con su regia formación de servidor público, impulse de manera eficiente el desarrollo del país dinamizando la economía, dando solución a la creación de nuevos empleos y restableciendo la confianza de todos los colombianos en las instituciones y el devenir del país. Su amplia trayectoria como Senador de la República acrecentada con sus desempeños, primero en el antiguo Ministerio del Interior y de Justicia y segundo en el de Vivienda,  para luego demostrar sus grandes dotes de ejecutor como Vicepresidente al liderar el ambicioso programa de infraestructura,  entregando más de 100 mil viviendas gratis lo muestran, no solo como un dirigente capaz de generar propuestas y soluciones, sino como el líder que, ajeno a las promesas, las materializa para convencernos que es ante todo un  hombre de innegables resultados. Como López Michelsen, de quien se decía que al escribir ponía a pensar al país, Germán Vargas Lleras hoy como columnista destacado de El Tiempo está poniendo el dedo en la llaga, señalando claros derroteros en un país sumido en el desconcierto y la incertidumbre. Desde esta capital de provincia, otrora fuerza cívica de trabajo y de unidad,  hacemos un llamado a todos los sectores políticos, a los empresarios, a las  mujeres, jóvenes, afros, grupos indígenas, comunidades religiosas, ambientalistas,  animalistas, comunidad LGTBI y, en fin, a la ciudadanía en general para que le  pidamos a Germán Vargas Lleras vuelva a empuñar las banderas de la salvación de Colombia.

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