28 de marzo de 2024

Simiente-cimiente, halagar-alagar, cohonestar, aplicar-aplicación

Profesor y catedrático, algunos años; rebuscador, otros tantos, y hoy, escritor y defensor ferviente de nuestro hermoso lenguaje castellano.
29 de septiembre de 2020
Por Efraim Osorio
Por Efraim Osorio
Profesor y catedrático, algunos años; rebuscador, otros tantos, y hoy, escritor y defensor ferviente de nuestro hermoso lenguaje castellano.
29 de septiembre de 2020

Quisquillas de alguna importancia

En Estados Unidos es corriente entre los latinoamericanos el empleo del verbo ‘aplicar’ con el sentido de ‘solicitar empleo’.

 ¿Error de ortografía o ‘lapsus machinae’? Me inclino por lo segundo: aludo al término ‘cimiente’ de la siguiente afirmación del ‘Fraile’: “Proviene de un movimiento ruso conocido como narodnismo que en el fondo interpretaba aquello de “ir hacia el pueblo”, cimiente de los movimientos democráticos de esa nación durante la segunda mitad del siglo diez y nueve” (LA PATRIA, 20/9/2020). ‘Lapsus machinae’, creo, porque tal vez pretendió escribir ‘cimiento’, a saber, la ‘base’ o el ‘fundamento’ de “los movimientos democráticos”. ‘Cimiento’ viene del sustantivo latino ‘caementum-i’ (‘piedra tosca y sin labrar; mortero, argamasa’). El sistema no le corrigió el término ‘cimiente’, por su casticidad, pues es la primera persona del singular del presente de subjuntivo del verbo ‘cimentar’ (la tercera, también). Ahora bien, si lo que quiso decir fue que ese movimiento ruso es la ‘semilla’ de los movimientos democráticos, debió escribirlo con ‘ese’, ‘simiente’ (‘semilla, semen’), del latín ‘sementis-is’ (‘acción de esparcir la semilla por el campo; tiempo de cosecha, sementera; semilla que ha brotado’). En conclusión, sólo el redactor sabe qué quiso expresar con esa frase. ***

En el mismo artículo, su autor escribió: “…por medio de trucos, mañas y efectos que le llegan y alagan pronto y sin mayor análisis…”. Aquí sí no hay duda, el error ortográfico es evidente, puesto que no es lo mismo ‘alagar’ que ‘halagar’*. ‘Alagar’ (de ‘lago’) significa ‘hacer lagos o charcos, encharcar’, y ‘halagar’ (del árabe ‘haláq’ – ‘palomo ladrón’) quiere decir “dar a alguien muestras de afecto con palabras o acciones que pueden serle gratas” y es el verbo que expresa la idea del ‘Fraile’. Nota: para entender a cabalidad la etimología de ‘halagar’, el ‘palomo ladrón’ es “el que, con arrullos, se lleva palomas ajenas a su palomar”. *De ahí la importancia de desconfiar del corrector de ortografía del sistema, pues éste no sabe ‘analizar’ cuál de las dos palabras homófonas pero de distinta grafía –por ejemplo, ‘encausar’ y ‘encauzar’– es la correcta en esta o en aquella oración. ***

‘Cohonestar’, verbo del que ya he hablado en algunas de mis apuntaciones, es transitivo, significa “dar apariencia de justa o razonable a una acción que no lo es”, y no rige preposición alguna, verbigracia, ‘cohonestar el vandalismo en las manifestaciones’. Ni siquiera la preposición ‘con’ (ya está en el prefijo), como aparece en la siguiente afirmación: “…porque no hacerlo equivaldría a cohonestar con ese tipo de comportamientos censurables” (LA PATRIA, editorial, Reforma a la policía, 16/9/2020). “…cohonestar este tipo de comportamientos…”, construcción que suena mejor, mucho mejor, que la de la frase glosada. En el mismo error caen los que echan mano de los verbos ‘requerir’ y ‘necesitar’, pues les acomodan la preposición ‘de’, que no rigen, porque son también verbos transitivos. ***

El Diccionario le asigna al verbo ‘aplicar’ siete acepciones, ninguna de ellas la de ‘solicitar’ un empleo o ‘aspirar’ a alguna posición, como lo hizo la periodista María Isabel Rueda en la entrevista a Carlos Fernando Galán: “¿Cómo van a hacer ahí para ponerse de acuerdo sobre cuál es el que va a aplicar primero a esas metas?” (El Tiempo, 14/9/2020). En Estados Unidos es corriente entre los latinoamericanos el empleo del verbo ‘aplicar’ con el sentido de ‘solicitar empleo’ (‘voy a aplicar para ese empleo’ o ‘voy a llenar una aplicación’), porque en inglés el verbo que se usa con ese fin es ‘to apply’ (‘solicitar algo’) y su acción ‘application’ (‘solicitud’). Es, por tanto, un anglicismo, que no debe emplearse en el buen castellano, pues no lo necesita. Los sinónimos de ‘aplicación’ son ‘atención, afán, diligencia, esmero, estudio, perseverancia; acomodación, adaptación, superposición’. Utilicémoslo, pues, con estos significados y dejémonos de anglicismos innecesarios. Nota: es ésta la primera vez que lo leo con el significado que le dio María Isabel.

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