16 de abril de 2024

Médicos y líderes sociales requieren nuestro apoyo

14 de agosto de 2020
Por Jesús Helí Giraldo Giraldo
Por Jesús Helí Giraldo Giraldo
14 de agosto de 2020

La ingratitud es la manifestación más indigna de ser humano. Cuenta la leyenda que un hombre tenía una novia que era ciega, ambos estaban muy enamorados, él la quería mucho y quería casarse con ella pero la novia le decía que mantenía muy triste por su condición y por tanto su tristeza y su estado no le permitían creer que pudiera ser feliz en el matrimonio y que pudiera hacerlo feliz, el novio que realmente la amaba de todo corazón, siempre pensaba en satisfacerla. Entonces algún día pensó que la manera de hacerla más feliz sería dándole sus ojos, cuando ella continuaba con su tristeza y desolación él le dijo: tú un día vas a ver, tú vas a ser mi esposa para hacerte muy feliz y vas a conocer la realidad, vas a ver la vida con tus propios ojos, te aseguro que tú vas a ver.

A sus espaldas sin que se diera cuenta habló con un médico para hacer el trasplante de sus ojos a ella, la amaba tanto que solamente le interesaba su felicidad y teniéndola como esposa estarían ambos felices, ya sus ojos no le interesaban tanto, los había tenido por mucho tiempo

lo que más amaba, que era su novia, tenia derecha también a ver como él. Llegó el momento del trasplante prepararon a las dos personas, a la una para recibir los ojos y al otro para darlos, en distintas clínicas él no quería que ella se diera cuenta porque era su mayor sorpresa, llegado el momento ella recibió los ojos, se los pusieron y salió de la clínica viendo maravillosamente y feliz Mientras tanto él se recuperaba de su cirugía y continuaba en silencio, ella se amargaba porque el no fue a saludarla en ese tiempo, cuando el novio apareció después de la operación, sin ojos, le dijo: soy tu novio, recuerda que yo te dije que tú un día verías, yo te di mis propios ojos para que tu vieras, ahora ya soy feliz porque podemos hacer nuestro matrimonio como tanto queríamos y vas a comprobar que sí seremos muy felices. Entonces ella lo miro así ciego y dijo: no, yo con un ciego no me caso,

no pretendas que voy a vivir toda la vida con un hombre ciego.

Las conclusiones y los comentarios quedan para cada uno de los los lectores. Yo creo que esto se está dando en muchas partes, por ejemplo el trato que le estamos dando a los médicos, a los cuales ya hemos visto como bichos raros y peligrosos porque pueden ser transmisores de la pandemia, desconociendo lo expuesto que han estado  protegiendo su salud y algunos la vida a cambio de ingratitud, rechazo y bajos salarios, podemos ver estos casos de ingratitud también en la muerte de líderes sociales quienes han sacrificado su vida y se han entregado a servirle a los demás para que vengan los enemigos de la vida a asesinarlos por el servicio que orestan. No se justifica no solamente la cobardía infame de asesinar a un hombre indefenso, sino privar a una comunidad de su líder, creo que es hora de recapacitar, reflexionar sobre esto y ver  qué podemos hacer en el cambio de pensamiento y de actitud de la gente que se está destrozando a si misma, al atentar contra los exponentes dela bondad y el sacrificio.

En cuanto a los médicos y al personal de salud en general qué se quejan por sus condiciones laborales, por sus salarios bajos, incumplimiento en sus pagos, por la falta de seguridad social, yo creo que el gobierno tiene en sus manos la solución, alguna vez siendo presidente de Colombia, César Gaviria, en los años 90’s existía un grave problema con los empleados del poder judicial, jueces y empleados de la rama judicial tenían muy bajos sueldos y el presidente por un decreto presidencial aprovechando las facultades extraordinarias subió los salarios del poder judicial por encima de todos los promedios, muy por encima de lo que se podía subir en esa época.

Entonces yo creo que por este lado también podría pensarse en buscar una solución a los empleados de la salud y darles un estímulo al menos por la vida que están sacrificando en defensa nuestra.

 

Bogotá, agosto 14 de 2020