28 de marzo de 2024

Viernes cultural Eduardo García Aguilar

7 de agosto de 2020
7 de agosto de 2020
Este escritor manizaleño, es reconocido dentro de sus contemporáneos como su figura sustantiva y la de obra más madura y cimentada. En un mes cumple 67 años de edad, en la mayoría de los cuales ha fijado su residencia en el exterior, siempre en oficios relacionados con el periodismo y la escritura. Como novelista, cuentista y poeta ha merecido los mejores elogios por parte de la crítica. Emigró de su ciudad natal, Manizales, a temprana edad, y realizó estudios y publicó su obra en Bogotá, París, San Francisco y Méjico, país este donde conoció y fue cercano a Gabriel García Márquez y a Álvaro Mutis. Reside desde hace cerca de veinte años en París, ciudad que lo ha cautivado y que es referente en su obra literaria. Como Manizales, en cuyo ambiente se desarrolla la trama de algunos de sus novelas. Sobre su obra se ha escrito que se caracteriza por un manejo alegórico y trágico del lenguaje y la anécdota, sus constantes son lo mítico, la obsesión por la muerte, el amor, la ironía, lo marginal y lo decadente y que su visión satírica de la realidad plantea la destrucción. Sus novelas más conocidas son Tierra de leones (1986), Bulevar de los héroes (1987) y El viaje triunfal (1993). En las librerías ya se encuentra su nueva novela, Ifigenia. Su producción poética, intelectualista a veces, moderna y de original estructura en su presentación, la ha recogido en Ciudades imaginarias (1985) y Llanto de la espada (1992).

ASALTO NOCTURNO

El asaltado grita en la gélida
noche
y rueda por escalas
nauseabundas
donde un cráneo vierte la
sangre de la patria
Sus gemidos ascienden hasta el
Hotel del Parque:
en el 604 un hombre tembloroso
inhala paranoias
y muerde sus almohadas entre
oscuras cenizas
En un mar de cemento tapizado
de líquenes
el moribundo extiende su mano
hacia la nada
y los amantes lamen
los muslos del hastío
Gritos en las esquinas de locos
drogadictos
en el espacio de la ciudad maldita
recuerdan al poeta la triste
letanía
del ciervo asesinado o la ninfa
desnuda
cuyos líquidos solos como
muros de llanto
colman huecos parduscos de 
alegres calaveras

MIRADAS Y HASTÍOS

¿Ha desaparecido el hastío?
¿Dónde se esconde ahora?
¿En algún pliegue de la carne
junto a sucias atarjeas?
¿Mira acaso desde el obelisco
egipcio
o acecha en el Jardin des
 Tuileries?
El hastío está junto a los que se
besan
o tras perfumadas mujeres
cuyas faldas vuelan
seguidas de cabelleras negras
El hastío puede estar escondido
en el sol
y en el estupor de palpitar y
amar
cualquier tarde de otoño