29 de marzo de 2024

Condiciones laborales para personal médico son precarias

23 de julio de 2020
23 de julio de 2020

Alto riesgo de contagio, sobrecarga en la demanda asistencial, ansiedad por el riesgo de no estar bien protegidos, poca disponibilidad de elementos de protección personal y estrés figuran entre las situaciones que enfrenta el personal médico y asistencial en medio de la pandemia.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) les recomienda a los profesionales de la salud tener acceso fácil a equipos de protección personal, protocolos de seguridad y salud ocupacional, periodos adecuados de descanso y de recuperación, y condiciones de trabajo seguras y saludables.

En este sentido, se vuelven indispensables tanto los elementos de protección personal (EPP) como los periodos de descanso y de recuperación, condiciones que distan de la realidad de estos profesionales en el país.

Para la terapeuta ocupacional Sandra Araque Jaramillo, magíster en Salud y Seguridad en el Trabajo y profesora del Departamento de Ocupación Humana de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), pese a que se invita a los Estados e instituciones a tener condiciones de trabajo seguras y saludables para el personal de la salud, estas han sido precarias en el marco de la pandemia por COVID-19.

“Por la misma restricción de los protocolos de seguridad, los profesionales de la salud están pasando muchas horas sin ir al baño y no toman agua o líquido dentro de la jornada laboral, solo por mencionar dos ejemplos”, sostuvo la docente, añadiendo que la implementación de estas condiciones de seguridad se reflejarían en la manera como estos profesionales tratarán a sus pacientes.

La docente alude además a las condiciones de contratación y de trabajo, debido a que son indignas, inestables e inseguras. “Uno ve cómo los profesionales de la salud tienen que costear sus elementos de protección personal”, sostiene.

Por su parte, las agremiaciones de profesionales de la salud han venido denunciando las condiciones laborales, la ausencia de pagos de salarios por meses, la contratación inestable y las débiles o ausentes medidas de salud y seguridad en el trabajo.

Agotamiento físico y mental

Según la Encuesta Nacional de Situación Laboral para los Profesionales de la Salud 2019, implementada por el Colegio Médico Colombiano, el país atraviesa por una precarización de las condiciones laborales del personal de salud que ha llevado al aumento de casos de síndrome de burnout (estado de agotamiento físico, mental y emocional causado por el estrés laboral) y suicidios.

El burnout (quemado) hace que el personal médico experimente sensación de falta de energía y agotamiento, distanciamiento mental progresivo en el trabajo, percepción negativa del entorno y disminución de la eficiencia profesional, lo que afecta su vida personal y su satisfacción laboral.

Según la encuesta, los médicos rurales están trabajando 264 horas o más al mes, es decir 66 horas a la semana, mientras que el 33 % de los especialistas lo hacen entre 48 y 66 horas a la semana.

Experiencias clínicas y estudios han evidenciado que el estrés, el trauma y la represión de emociones son capaces de causar dolor y otros síntomas físicos que se han correlacionado con variadas entidades clínicas.

Por otra parte, la literatura también muestra cómo ese estrés los lleva a sentir tensiones musculares propiciando la manifestación o descompensación de patologías subyacentes.

Mujeres en primera línea de atención

La OIT también hace referencia a las mujeres, que en todo el mundo constituyen el 70 % de las personas empleadas en el sector salud.

Datos disponibles en cerca de 100 países muestran que el 72 % de los puestos cualificados en el sector salud los ocupan ellas, y que en comparación, están desproporcionadamente en primera fila en la lucha por tratar a pacientes infectados de COVID-19.

Además las mujeres son las que llevan la carga del trabajo y del cuidado no remunerado. Según la entidad, ellas también tienen que dedicar parte de su tiempo al cuidado del hogar (actividades de la vida diaria, cuidado de los niños y de los ancianos), lo cual genera desafíos alternos para ese tipo de trabajadoras que tratan de equilibrar el dinero y la familia.

Agencia de Noticias UN – Unimedios