24 de abril de 2024

Reminiscencias de un reportero

29 de mayo de 2020
Por Jorge Enrique Giraldo Acevedo
Por Jorge Enrique Giraldo Acevedo
29 de mayo de 2020
Es posible que sean las reminiscencias lo mejor de la actividad periodística.
Nací el día 20 de marzo de 1947 en la población de Madrid, Cundinamarca; me inicié en labores de la radio a los 18 años de edad en la ciudad de Santa Marta, guiado por el periodista Marceliano Polo Restrepo y los locutores César Augusto Garizábal Fuentes y Carlos A. Monnery Barros.

Me nace hoy relatarles algunas situaciones vividas durante la actividad laboral como periodista, la que comencé hace más de 50 años en el «Noticiero Panorama», de «La Voz de Bogotá»; en la sede de «Todelar» de la carrera octava, donde funcionaban también «Radio Tequendama» y «Monserrate». Allí, Carrera 8a. No. 17-33, tercer piso, trabajé por casi 5 años.

Lo mejor de ese tiempo fueron quizás los hechos judiciales que cubrí y por eso recuerdo perfectamente que una de mis mejores fuentes fue un detective del DAS de apellido Velásquez, más conocido como «La Bruja». Además, permanece en mi memoria la jornada periodística que hice durante dos semanas en la isla prisión de «Gorgona» que me permitió hacer una serie de informes sobre aquella cárcel que era al tiempo un calvario para los presos y un paraíso para los visitantes. También recuerdo las numerosas «chivas» periodísticas logradas por el grupo de «Panorama», conocidas luego por la audiencia del país en el «Noticiero Todelar de Colombia», leído en esa época por el destacado locutor Eduardo Aponte Rodríguez.

El «Noticiero Panorama» era administrado por don Bernardo Tobón Martínez y dirigido por Alberto Giraldo; como jefes de redacción estuvieron Guillermo Tribín Piedrahita, recientemente fallecido;  Yolián Londoño Passos, quien murió durante un turno laboral en el noticiero de Radio Sutatenza, y Arturo Bustos. La secretaria era Martha Montoya quien ascendió como periodista hasta alcanzar la dirección del Noticiero Todelar de Colombia y ser la Jefe de Prensa durante el Gobierno de Julio César Turbay Ayala. En la redacción, entre otros, estuvimos Alfredo Guevara, Libardo Aguirre Sáenz, Jorge «el topolino» Zuloaga, José Satizábal Ordoñez, Óscar Domínguez Giraldo, Álvaro Londoño, Carlos Banegas Herrera. La redacción judicial estaba a cargo de Hernando Sánchez y los hermanos Eslavita, Rafael y Luis Eduardo Eslava, expertos en cazar «chivas», que alternaban su trabajo en el periódico «El Siglo». Los locutores en el «Noticiero Panorama» fueron Emiro Fajardo Ramos, Enrique Pérez Nieto, Ricardo Villa Herbales y Francisco Restrepo Giraldo.
Una de los recuerdos que vienen a mi mente fue la redacción de una noticia sobre la muerte de una mujer a manos de su esposo durante hechos ocurridos en el barrio Pablo Sexto de Bogotá; la titulé: «Psiquiatra loco mata a su esposa».  Ese informe me permitió relacionarme profesionalmente con don Yamid Amat, gracias al oportuno comentario que le hiciera don Luis Fernando Bueno Guerrero.

Otro hecho que viene a mi baúl de reminiscencias fueron las enseñanzas que recibí del periodista Arturo Bustos para el cubrimiento de la actividad en el Senado y la Cámara, es decir, para la rama legislativa. Fue Jaime Zamora Marín quien me obsequió un pequeño texto titulado «Léxico para legos», cuya lectura me permitió el ingreso al mundo de los asuntos económicos.

Después del » Noticiero Panorama», estuve vinculado a la emisora «Horizonte», cuyo informativo dirigió Jorge «El topolino» Zuloaga; pasé después, gracias a una recomendación del periodista Daladier Osorio Alzate, quien era jefe de redacción en el noticiero de «Caracol» radio, al informativo de emisoras «El Dorado», medio que dirigió primero Manuel Prado Mejía y posteriormente Eduardo Camargo Gámez. Después de la emisora de JES, Julio E. Sánchez Vanegas, estuve por casi cinco años en el noticiero de «Caracol»-radio, época en que dirigía don Yamid Amat y concluí mi ciclo laboral en la radio de Bogotá en el noticiero de Radio Sutatenza, dirigido por Jaime Zamora Marín.

Mis actividades periodísticas en los noticieros radiales bogotanos los alterné con trabajos como editor en la revista «Enlace», en el programa «Tierra de Promisión» de RCN TV, bajo la dirección de Napoleón Vanegas; en los periódicos de la señora Consuelo de Montejo, que dirigió Luis Fernando Bueno Guerrero, y en la dirección General de Impuestos Nacionales, la única entidad oficial donde laboré por casi 19 años. Fui editor de la revista «Panorama Científico», en la que logré declaraciones exclusivas del Dr. Christiaan Barnard, el cardiólogo y cirujano sudafricano, recordado especialmente por efectuar con éxito el primer trasplante de corazón en el mundo. En aquella publicación narré mi experiencia personal con motivo de una operación de corazón realizada el 5 de diciembre de 1976 por el Jefe de Cirugía Cardiovascular del Hospital Militar Central, Néstor Cruz Pérez y los cardiólogos Wilde Jiménez y Gilberto Clavijo.
En calidad de reportero no me explico todavía cómo ocurren en el país tantas estafas. En el transcurso del año 1973, con informaciones y comentarios periodísticos, coadyuvé a desarticular la red de timadores llamada «Reto a la Grandeza» cuyos integrantes terminaron en la cárcel por la brillante gestión del abogado huilense Rómulo González Trujillo en calidad de Superintendente de Sociedades.
Tuve el honor de ser uno de los periodistas galardonados por «Seguros Bolívar» por la transmisión de Caracol R​adio acerca ​del histórico y trágico choque entre dos Jumbos 747, el domingo 27 de marzo de 1977 en las Islas Canarias, exactamente en el aeropuerto internacional de Gran Canaria. En ​Caracol Radio muchas veces escribí y leí el noticiero resumen del día, que se transmitía a partir de las 12 de la noche.
​​​Hace más de cinco años emigré de Bogotá, la ciudad de las oportunidades de Colombia, a la población de Íquira, Huila, a buscar la tranquilidad que la gran urbe nos quita. Confieso, en este relato que me resisto a colgar la pluma y por eso constantemente sigo escribiendo para diferentes medios.
Mi familia lo sabe, pero solo para hacerlo más público, estoy de acuerdo con lo expresado en el poema «En vida, hermano, en vida», de la escritora mexicana Ana María Rabatte, y opino que el tema musical «Cambalache», escrito en 1934 por Enrique Santos Discépolo, es la mejor radiografía de lo que acontece en el mundo en los aspectos político, económico y social.
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