29 de marzo de 2024

Definiciones

22 de mayo de 2020
Por Hernando Arango Monedero
Por Hernando Arango Monedero
22 de mayo de 2020

De lo que no cabe dudas, es que estamos en la época de las definiciones, desde luego, todas ellas de conformidad con la experiencia que los genios de esta época tienen por conocido en el manejo de situaciones como las que nos tocó vivir. Ellos, expertos en estos temas, lo mismo dan marcha adelante, como la dan para atrás, siempre con la mira puesta en el futuro y con unos objetivos que poco o nada están definidos.

Esas las razones para que a estas alturas, lo único que tienen claro los que manejan este circo, es que los niños de brazos y hasta los tres años, así como los mayores de 70, no podemos salir a la calle. Claro está que mañana dirán que podremos hacerlo, pero acompañados de un adulto responsable y siempre y cuando nos lleven de la mano. Esa conclusión, la que cubre a los mayores, ha sido tomada porque se ha comprobado que a edad tan avanzada no hay capacidad de raciocinio y no sabemos tomar las precauciones que el momento demanda. Bueno, los menores de tres años, tienen esta restricción sólo porque aún no caminan o lo hacen sin mucha seguridad.

Otras disposiciones se han tomado consultando a algún médium u oráculo moderno, o simplemente al comandante de la Policía del lugar, quien determina por intermedio del Alcalde, desde que horas nadie podía estar en las calles, pues, partir de esa hora sagrada, el riesgo de contraer el virus sería mayor. Bueno, eso supongo, ya que una razón válida no hay ni hubo para tal determinación.

Y mirando al mundo, hemos visto de todo. Algún país, Suecia para más señas, determinó que sus habitantes debían protegerse con el uso de tapabocas, limpieza de manos y distancia social, y espera que la gente se contagie a niveles tales, de tal manera que haya inmunidad de grupo. Eso sí con protección especial a los mayores. Esta decisión fue tomada al evaluar los daños que se darían por contagio frente a los de una cuarentena. Ellos van con su teoría adelante y algunos los han comparado con países vecinos, y han encontrado que Suecia ha tenido más muertes que esos, pero tal evaluación no parece debe hacerse luego de que transcurra un tiempo dado, cuando se espera que las cifras den la razón a unos u otros.  De otro lado, algunos han tomado la vía de la cuarentena y de restricciones de una u otra índole, afrontando las dificultades que derivadas de un receso de magnitud de la economía vendrán.

Otros, más descreídos, consideran que lo que hay al frente es una gripa, gripa más fuerte que las que usualmente atacan las sociedades y como tal la enfrentan, desafiando realidades como son las muertes que por causa del mal se han incrementado extraordinariamente.

Y como sabios nos sobran, ya tenemos                quienes manifiestan que los chinos nos vendieron el cuento de que, en un país de 1.350 millones de habitantes, los muertos por el tal virus no han sido más de 80 o 100 mil. Bueno, eso podrá ser posible en consideración al régimen estatal que tienen, en donde el que se sale de la fila se muere, quizás no ya por el Covid, pero se muere.

Y en los avances médicos, sí que estamos en babia. Venimos aprontándonos para atender una gran cantidad de enfermos en UCIs. Los recursos para dotar de estos equipos a los hospitales son ingentes y demandan cuánto dinero esté disponible. Paralelamente otros han determinado, con un éxito relativo, que la clave está en no permitir que el paciente se agrave y suministrarle oxígeno desde las fases iniciales de los síntomas, lo que baja sustancialmente los tiempos de recuperación y los costos que la atención demanda y hasta las muertes Ya, en últimas, según los italianos, el tratamiento a ejecutar con los infectados consiste en atacar con anticoagulantes y con antibióticos el mal, ya que la congestión pulmonar que general el virus es derivada de trombos que se producen terminan en trombo embolismos pulmonares.

Lo dicho: dos pasos adelante, otros tantos para atrás.

Manizales, mayo 22 del Año de la Peste.