29 de marzo de 2024

Bojayá despidió con alabaos y oraciones a víctimas de la masacre del 202

18 de noviembre de 2019
18 de noviembre de 2019


Bojayá, 18 de noviembre_ RAM_Este lunes 18 de noviembre se realizará el ritual de despedida final a las víctimas de la masacre de Bojayá perpetrada el 2 de mayo de 2002. Más de 100 personas perdieron la vida tras la detonación de un cilindro en la iglesia del pueblo en enfrentamientos entre la entonces guerrilla de las Farc y los paramilitares.

En un mausoleo construido en honor a cada uno de ellos, reposarán los restos que son velados desde el pasado domingo. Ad portas del último adiós terminan las labores para dejar listo este lugar que se convertirá en el punto de encuentro y el reposo de lo que han llamado “la honra a los sagrados espíritus”.

Durante la jornada previa, este domingo habrá una misa ecuménica en el coliseo del pueblo, donde estarán los cuerpos junto al tradicional ‘Cristo mutilado’, que es conservado desde la fecha del ataque, a partir de las 8:00 de la mañana, seguido de cantos tradicionales a cargo de las mujeres ‘alabaoras’, con la presencia y palabras de funcionarios del gobierno, iglesia, embajadores, coordinado por la Unidad para las Víctimas.

Con ceremonias religiosas y ritos tradicionales, el lunes 18 de noviembre, en un sepelio colectivo, se despedirá a quienes la violencia acabó con sus vidas.

“Muy doloroso porque uno de los hermanos no se encontró, apenas una tibia y no se sabe más nada de donde estaba. Es un ciclo que hay que cerrar”, dice Iris Córdoba Palacios, hermana de Guillermina Córdoba, víctima de la masacre de Bojayá.

En medio de la eucaristía que se rindió en nombre de los fallecidos, fue leída parte de una carta abierta al presidente Iván Duque. En esta, las organizaciones étnico-territoriales y la Diócesis de Quibdó alertan del peligro en el que aseguran permanecen las comunidades afro e indígenas.

“Estamos también ante la inminencia de cosas similares que se dieron en el pasado”, advirtió monseñor Juan Carlos Barreto, obispo de la Diócesis de Quibdó.

Y es que los cantos, que sirven para decir adiós, también son una forma de protesta contra la violencia que les arrebató a los más inocentes.

Según la Fiscalía y Medicina Legal solo se lograron identificar 74 cuerpos. En el mausoleo del municipio se dejará una fosa identificada como la numero 75, ahí reposaran los restos de quienes no pudieron ser identificados.