29 de marzo de 2024

Para salir corriendo

23 de agosto de 2019
Por Hernando Arango Monedero
Por Hernando Arango Monedero
23 de agosto de 2019
La verdad es que lo que se viene sucediendo, al menos en lo que nos damos cuenta por las noticias, son como para salir corriendo.

De una parte, lo que oímos, porque los medios lo destacan, en el campo de la Justicia, no da para menos. Allí nos sorprenden los procesos que llegan a un punto tal, en el que las prescripciones son lo que finalmente permite la impunidad. Y, desde luego, aparecen los motivos que dan para ello y para que los unos se laven las manos descargando responsabilidades en los otros. Al final de cuentas todos, de un lado los investigadores y acusadores que son quienes conforman la Fiscalía, y del otro a lo que se suman los defensores y representantes de la parte encausada, y para completar finalmente los jueces, todos a una, entran a permitir o a conseguir el que los procesos terminen en nada.  Desde lo grande hasta lo pequeño. Desde la estafa de quienes recaudan ingenuos para que entren a gozar de las mieles de las inversiones fatuas, hasta los que desde el “curubito” se alzan con los recursos del erario en contratos arreglados y demás.

De otra, están quienes vociferan los cambios que se harán para que la legislación llegue hasta los límites que impida que determinados delincuentes encuentren su castigo, pero que llegada la hora son quienes enredan la madeja para impedir que tales disposiciones y esperanzas realmente se apliquen con la fortaleza y firmeza que la sociedad está demandando. La casa por cárcel para los que se apropian de recursos públicos, encuentra ocultos escollos que impiden su aprobación. Recordar las razones por las cuales en la anterior legislatura se frustró su aprobación, nos muestra a qué clase de trucos y “jugaditas” se recurre en el Congreso para que este tipo de disposiciones no sean aprobadas y la opinión finalmente se duerma y no se insista en ello.

Vemos que, en los procesos relacionados con determinadas actividades de ciertos personajes de la vida nacional, parecen coaligarse los obligados a establecer las leyes y normas de un lado, en tanto del otro la lentitud y la dejadez se combina con aquellos para que los resultados sean los esperados, no los deseados por la comunidad.

Nos espanta lo de Interbolsa? Lo de Integramos? Nos asusta lo de Santrich en la JEP y en la Corte? Sabemos al final que pasó con el sonado caso del carrusel de la contratación en Bogotá? Ya supimos sobre Reficar? En qué quedó lo de la bolsa con dineritos de cajas de galletas? Y como fue eso de los dineros en las campañas presidenciales del 2014? Y al final de cuentas como es el enredo de Odebrech en los contratos de la Ruta del Sol? Entre otras cosas, eso de Odebrech, en los vecindarios si avanzó, mientras aquí estamos investigando si esa empresa existe en Brasil, y si es la misma que realizó los contratos y si el dinero entró en dólares. Bueno, con eso nos entretienen, pero de resultados, nada. Allí el botón para la muestra.

Y, lo peor es que, la sociedad colombiana, toda, impávida, espera que algún milagro se produzca y las cosas cambien, en tanto hacemos lo mismo, para que no cambien. De exigencias nada y por ahora seguimos esperando que los magistrados de las altas cortes den ejemplo, trabajen con más apego a lo jurídico que a lo político e impongan ritmo y celeridad a lo que tienen a su cargo; para que la fecha de un evento se defina pronta y certeramente, no como sucedió en la JEP con el sonado caso de Santrich. Para que la Corte Suprema decida rápidamente si detiene o no a ese ciudadano acusado de narcotráfico evitando que se fugue. Si la misma Comisión de Acusaciones de la Cámara decide si acusa o no a un exmagistrado acusado de recibir dineros para cambiar sus fallos. Si Odebrech pagó o no pagó para obtener el contrato y a quién le pagó.

Todo lo anterior y lo que por todas partes suena o no suena, da para salir corriendo. Y que estemos callados, sí que da más miedo.

Manizales, agosto 23 de 2.019