29 de marzo de 2024

Todos contra la oposición

Estudiante Doctoral. Magíster en desarrollo y planificación. Politólogo. Profesor universitario y consultor en políticas públicas. Interesado en educar para la política. Concejal de Manizales.
16 de abril de 2019
Por Julián Andrés García Cortés
Por Julián Andrés García Cortés
Estudiante Doctoral. Magíster en desarrollo y planificación. Politólogo. Profesor universitario y consultor en políticas públicas. Interesado en educar para la política. Concejal de Manizales.
16 de abril de 2019

O casi todos para no caer en generalidades erróneas. Y es que con el fallo del Consejo de Estado la semana pasada contra el senador Antanas Mockus y su posible pérdida de investidura, todos aquellos que están en la oposición parecen ser los objetivos más próximos y directos por parte de algunos del status quo.

Y esto no significa que no respetemos la ley, todo lo contrario, la convicción de la gran mayoría de los contradictores de las políticas de gobierno, ha sido cumplir la ley y lograr que a través de la “Cultura Ciudadana”, todos los colombianos hagan lo mismo, pero también lo que se pide, es que esa ley se aplique de igual forma para todas las partes.

Lo que queda claro y se evidencia es una persecución directa contra quienes por convicción y diferencias ideológicas quieren sentar su posición contra las situaciones que pasan en el país y que van en contra vía de lo que dicen y hacen quienes ostentan el poder y tienen intereses políticos, ya sea para acallar a sus contradictores o para revivir partidos políticos corruptos vinculados con la parapolítica.

En la Costa Atlántica por ejemplo, el caso de Carlos Caicedo -el dolor de cabeza de las familias tradicionales que han tenido el poder por muchos años- es uno de los más nombrados y conocidos, hoy en una decisión en primera instancia de la Procuraduría lo inhabilita por 12 años para ocupar cargos públicos, sabiendo que es el  candidato con mayor opción en ganar la gobernación del departamento de Magdalena; o el caso del alcalde de Santa Marta que también siendo oposición a muchas políticas tradicionales y a los poderes hegemónicos de la costa lo quieren sacar, o el caso más repetido, y el que quizá más ha sufrido la persecución institucional por su postura de oposición ha sido Gustavo Petro. Y hoy le toca esta situación al Partido Alianza Verde y su posible pérdida, no solo de curules de congresistas, sino también de personería jurídica, como lo anota el periódico El Tiempo y las demandas de los interesados en callar la oposición (https://www.eltiempo.com/politica/congreso/alianza-verde-perderia-su-personeria-juridica-por-caso-de-antanas-mockus-349006)

Parece que regresamos a la persecución directa que tenía el ex-procurador Alejandro Ordóñez contra todo lo que oliera a oposición o a posturas ideológicas, sexuales o religiosas que él no avalara, tal como les pasó a Piedad Córdoba, Alonso Salazar y al mismo Gustavo Petro.

Es bien sabido que ser y hacer oposición en Colombia no es nada fácil, se corren muchos riesgos, como perder la vida, como ha ocurrido con tantos políticos mártires asesinados en la historia de este país, o en su defecto, no se trata judicialmente con el mismo rasero y aunque no los matan, sí les quitan sus derechos políticos, para que dejen de participar y levantar su voz en la defensa de sus ideas, y ya no «estorben más en el buen funcionamiento de nuestra sociedad”.

Ninguno de los que estamos en la oposición pedimos una legislación distinta o tratos diferenciados y ventajosos, lo único que queremos, es que se garantice la posibilidad de ejercer el derecho a hacer oposición, tan importante y fundamental para una democracia, sin que esto deje consecuencias como perder la vida o perder parte de sus derechos políticos, que para muchos es morir en vida.

 

@Julianelpolit

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