29 de marzo de 2024

Luis Roberto Rivas y su trascendente estilo administrativo

27 de marzo de 2019
Por John Fredy Franco
Por John Fredy Franco
27 de marzo de 2019

Corría el año 2006. Para aquel entonces prestaba mis servicios periodísticos a la casa radial Caracol en su legendario noticiero “Cómo amaneció Manizales”.

El director de noticias de aquel entonces, el maestro Duván Marín Martínez me había acuñado un remoquete bastante singular: “el hombre de la calle”. Y si…era el hombre de la calle puesto que mis informes periodísticos para aquel matutino debía hacerlos desde cualquier punto de las calles de Manizales.

Se desempeñaba como mandatario de la ciudad Luis Roberto Rivas Montoya. A manera de anécdota había ganado por 535 votos. Le correspondió el período entre  2005 y  2007.

En uno de esos episodios de la vida local, un paro de transportadores marcó la agenda informativa. El cubrimiento que le di al hecho noticioso generó un punto de discordia en la relación fuente/periodista y por varios meses fui considerado personaje no grato en la administración municipal.

Sin embargo fiel a mis principios de respeto no solo por la institucionalidad sino por la figura social que un Alcalde representa; un día de tantos con un buen amigo mutuo como testigo, estreché la mano del aún mandatario Luis Roberto como epílogo de un capítulo singular en pleno crecimiento que como periodista experimentaba por esos años.

Concluyó su periodo y Luis Roberto Rivas pasó a la historia como uno de los alcaldes que mayor revolución en materia de modernización de la ciudad logró en un corto tiempo de gobierno.

Terminal de transportes, plaza Alfonso López, reapertura del Hospital de Caldas y su modernización, el cable aéreo, el Desarrollo Vial de la Zona Oriental, la Intersección Vial del Batallón, la doble calzada Avenida Alberto Mendoza, el Paseo de los Colonizadores, Paseo de los estudiantes, Paseo de los deportistas, la Avenida el Guamo, el Túnel de la Calle 52, el Puente de la Carrera 20, la Piscina Olímpica en el Bosque Popular entre otras obras se tejieron hace ya 13 años bajo un plan especial combinando vigencias futuras y derrame de valorización.

Si bien tuvo lunares con la idea del sistema integrado de transporte y la implementación de un programa que se denominó Manizales Segura el cual dio vida al no muy grato impuesto al teléfono; sus ejecutorias demostraron que una administración municipal puede asumir retos, sueños en materia de infraestructura o mobiliario urbano y que ser audaz a la hora de proyectar una ciudad es posible, si de la mano se traza un plan de gestión eficiente.

Y en eso Luis Roberto ha dado muestras de efectividad en cada posición de la vida pública local.

Su sello de acción lo componen el acierto en los propósitos que plantea y la disposición de su agudo olfato para armar escenarios de financiación que faciliten llegar a la meta propuesta.

Rivas para mi gusto es del grupo de los líderes administrativos contemporáneos que se reinventa bajo cada reto que se le propone.

Su discurso a la hora de hacer incluso política se aleja de los estereotipos de “promesas por cumplir” y se incrusta en una lógica que combina habilidades empresariales, vocación de poder y disciplina para ejecutar.

Recio de carácter, reservado en sus actuaciones públicas, directo en sus planteamientos hoy sigue cosechando buenos balances en otra de sus actuaciones administrativas en esta oportunidad como gerente de la industria licorera de Caldas (ILC) desde el año 2016.

Aquí las cifras en su gestión de nuevo reafirman las características que le han dado atributos positivos a su nombre: optimización financiera, modernización de procesos y recuperación de mercados tres de los pilares que enfocan su gerencia y que para el cierre de 2018 mostró por ejemplo cerca de 23 millones de botellas de Ron Viejo de Caldas vendidas en 20 departamentos de Colombia y varios países alrededor del mundo.

Los datos de esa vigencia señalan que las ventas han llegado a los $230.000 millones (el doble del registro alcanzado en el 2015), hecho que se refleja además para el año 2018 en transferencias al departamento de Caldas por el orden de los 65 mil millones.

Rivas no ha estado inmune a controversias, escándalos y todos los avatares propios de aquellos que en vida pública desempeñan su labor.

Y no es para menos. Los caminos que ha escogido son ambiciosos, de gran calado, de riesgo frente a lo tradicional y conservador en una ciudad como Manizales. Y eso que su origen político se conecta con el viejo conservatismo caldense. Pero hoy sin duda el nombre de Luis Roberto es asociación directa a gestión y resultados.

Dos de sus coequiperos Mauricio Vélez y Jorge Vallejo, han generado gran aporte en el buen rumbo empresarial de la ILC. Y en eso también Luis Roberto tiene olfato para poner los talentos en sintonía con su visión. Una creciente experiencia que como el buen ron viejo de Caldas se añeja con el paso de los años y su trascendente estilo administrativo.