28 de marzo de 2024

Camilo en el centro de las mejores opciones

13 de marzo de 2019
Por John Fredy Franco
Por John Fredy Franco
13 de marzo de 2019

El anuncio del veterano político Caldense Luis Guillermo Giraldo Hurtado de postular su nombre como candidato a la Gobernación de Caldas no sólo agitó el escenario local sino que amplió las serias diferencias que ya traía en su interior el partido centro democrático para escoger candidato de esa colectividad al primer cargo administrativo del departamento.

Dicha aspiración acompañada de sendas críticas a quienes ostentan el liderazgo del CD en Caldas dejó además en el portapapeles de los opinadores políticos la especulación sobre las reales motivaciones que trajeron a Giraldo Hurtado de vuelta a la arena política en medio de una realidad que ya es ajena a su conocimiento en asuntos público-políticos.

Y digo que es ajena por que para mi gusto Luis Guillermo hace parte de los viejos mosaicos que adornan los pasillos de las universidades.

Claro que el otrora líder Liberal significó mucho en la escena departamental (algunos dirán que pasó con más pena que gloria pero en balances netos innegable es que  fue protagonista de primera línea del poder de la comarca), pero Caldas y sus costumbres partidistas han variado.

Él puede que represente una inmensa minoría. Un club de añoranza, un grupo de ilustres caldenses que ya tienen más pasado que presente y mucho menos futuro dado que las nuevas generaciones y más aún aquellos nuevos líderes del mundo político departamental están en sintonía con otras tendencias, otras miradas; incluso otros apegos dentro del tradicional esquema partidista.

Hace 30 años las cosas no mutaban con la misma rapidez y contundencia de hoy día.

La absoluta influencia de las redes sociales y la creciente participación ciudadana en su propia agenda hacen que los liderazgos sean más por “feeling” que por aclamación subordinada frente a un candidato que no provoque conexión con una causa.

Señaló Giraldo Hurtado que su propósito de campaña es tener “Caldas otra vez grande”. Algunos podrán decir Caldas ¿otra vez en el pasado?.

Agrega que tiene cuatro ejes: “sacar adelante a Aerocafé, insistir en educación, unir el departamento a través de cuatro ejes viales y trabajar en el desarrollo económico, social y cultural”. Nada de fondo. Lugares comunes que saltan a la vista en una rápida estrategia de aproximación al potencial elector.

Sin embargo más allá de los gustos o no por revivir episodios del “pasado en presente” la cantera del centro democrático cuenta en sus filas con un hueso duro de roer a la hora de quedarse con la bendición de candidato a la Gobernación.

Su nombre es Camilo Gaviria Gutiérrez y no sólo es el heredero de una vena política de prestigio en Caldas, sino también es por estos días el pre candidato que más conexión ciudadana -para mi gusto- ha generado por cerca de 6 meses de recorrido por todo el departamento.

Este ingeniero agro industrial de la Universidad Pontificia Bolivariana complementa sus aptitudes con amplios conocimientos en mercadotecnia, estrategia empresarial y planificación estratégica.

Sus apariciones están rodeadas de frescura, conexión con las causas que hoy son de importancia y proximidad para los habitantes de a pie del departamento.

Sus pronunciamientos si bien aún se deben consolidar más en el espectro de lo políticamente estricto, si dejan entrever un perfil capaz, proactivo, moderno y ante todo altamente equilibrado para el momento actual que concita voluntades.

Nunca he cruzado algún tipo de encuentro cercano con el candidato Camilo Gaviria pero al seguirlo en el mundo digital y de redes sociales su estilo me convence.

Ojalá y sea el escogido en las primarias del CD.

Ojalá madure su aspiración y de la mano de un buen grupo avance en el propósito. Tiene un camino fértil para hacer una excelente campaña. Y tiene el carisma que otorga tener más futuro que pasado. Eso en política es un verdadero botín.