29 de marzo de 2024

Bullyng periodístico

14 de febrero de 2019
Por Hernando Arango Monedero
Por Hernando Arango Monedero
14 de febrero de 2019

Estamos preocupados, es cierto, por la suerte de Hidroituango, no sólo por lo que representa la obra para el país, como, y muy principalmente, por lo que pueda darse para los habitantes aguas debajo de la presa.

Sí! nos preocupan la serie de imprevisiones que se dieron en el afán de sacar la obra unos meses antes de lo que, por el desarrollo normal de la construcción, debía entregarse. De allí nacen los problemas, no quepa duda, cosa que debe entenderla el muy acucioso Procurador General quien ahora investigará a la Junta Directiva de EPM, sólo para aparentar que está en todo y listo a defender a los ciudadanos, olvidando que ahora, lo importante es que todo salga bien, ciudadanos y proyecto.  Seguramente nos saldrá con que impondrá una multa, y bien cuantiosa, a la empresa por lo sucedido, multa que pagará EPM y que los usuarios de energía en el país, TODOS, acabaremos pagando a través de las tarifas. El dinero de la multa irá a Bogotá y allá le sabrán dar el uso que se acostumbra y que no investigará el funcionario este.

Lo cierto es que, al alcanzar la cota de vertimiento de las aguas de la represa, se ha dado un respiro a parte de los problemas que en el proyecto se tienen. Uno de ellos, es el que se dejó de pasar agua por la sala de máquinas, sala que no fue diseñada para someterla a presiones ni a flujos continuos de agua; aguas que potencialmente pueden erosionar paredes y demás. De allí la urgencia habida en cerrar las compuertas que daban salida a la aguas del embalse, con lo que se evitó que las aguas llegaran a superar la altura del muro de contención y el inconcluso vertedero, con las gravísimas consecuencias que se harían presentado con ello.

Terminado el vertedero, elevado el muro por sobre el vertedero, y cerradas esas compuertas, las aguas ahora fluyen seguras por el vertedero. No obstante ese alivio, abajo, en el fondo del lago que formó la presa, hay tres túneles que fueron construidos para desviar el cauce del rio durante su construcción y para desembalsar las aguas en caso de que hubiera necesidad de hacerlo. De esos túneles fueron cerrados dos en los afanes por terminar prontamente las obras y el otro se derrumbó. Ese cierre se hizo sin las compuertas que en ellos se debían construir para poder hacer desembalses en el futuro. Simplemente se cerraron, valga decir, se taponaron y punto. Contaban con el tercer túnel que les permitiría desviar el cauce del rio en tanto terminaban el muro, y en el futuro hacer desembalses. Pero, lo que no podía suceder, sucedió. El túnel se derrumbó, y allí empezó la emergencia.

Ahora bien: Esos túneles que se cerraron, mal taponados los tres, están ahora en lo profundo del lago. Tienen, sobre los elementos que los taponan, la presión resultante de más de 200 metros de altura de las aguas. Esa es una presión considerable, no quepa duda y los taponamientos en ellos no fueron calculados para ello. Están allí, porque sí y no se sabe a ciencia cierta si soportarán esas presiones, o si, acaso, un ligero movimiento telúrico desacomode las rocas o los elementos que cierran impropiamente las aguas y, entonces, de ser así, las aguas saldrán sin control arrasando lo que encuentren a su paso. Allí está el peligro, el gran peligro.

Entonces, los peces que murieron al faltar agua en algunas charcas,  gran preocupación para algunos periodistas de farándula, esos que mal intencionadamente interrogan al Gerente de EPM y suponen que pueden enredarlo con preguntas sobre preguntas, en una especie de Bullying que les hace aparecer como inteligentes, preguntan sobre lo supérfluo y olvidan lo fundamental. Sí, olvidan a la gente que dicen querer defender y que se queja por falta de pescado en una zona que vive de la ganadería y de ella se alimenta. Se olvidan de lo que hay allá, debajo de las aguas.

Esos mismos y acuciosos periodistas, nunca han ido a los jefes del ELN o de las FARC, a cuestionarles sus responsabilidades en la contaminación de ríos, quebradas y acueductos por los vertimientos de crudo con las voladuras de los oleoductos. Allí si no hay preguntas. No hay cuestionamientos, cuando los autores de tales hechos sólo están planteando terrorismo y ataques a lo que es de todos. Allí si no tiene valor la vida de los seres humanos, allí los peces y la fauna que aquí les tanto les preocupa no existe. Vaya!

Falta sindéresis mental a ese periodismo de pantalla. Eso, sólo eso.

Manizales, febrero 14 de 2019.