28 de marzo de 2024

Lerdo-a, suscitar, efusividad, a-de, entre

Profesor y catedrático, algunos años; rebuscador, otros tantos, y hoy, escritor y defensor ferviente de nuestro hermoso lenguaje castellano.
11 de diciembre de 2018
Por Efraim Osorio
Por Efraim Osorio
Profesor y catedrático, algunos años; rebuscador, otros tantos, y hoy, escritor y defensor ferviente de nuestro hermoso lenguaje castellano.
11 de diciembre de 2018

Quisquillas de alguna importancia 

El refrán quiere decir que ‘quienes con obstinación persisten en actuar irracionalmente deben ser castigados con palos’.

A asno lerdo, arriero loco. Es éste el primero de los más de cinco mil dichos y refranes seleccionados en mi libro VIEJOS, AÑOSOS Y AÑEJOS dichos y refranes del castellano, del cual ya se hizo la primera reimpresión. Está disponible. Traigo a colación el refrán por el adjetivo ‘lerdo’, con el que el comentarista deportivo Esteban Jaramillo califica, erradamente, algunos partidos de fútbol. Dice así: “Lerdos o apasionados, los partidos son una ventana abierta a la alegría” (LA PATRIA, 4/12/2018). En su Tesoro de la lengua castellana, don Sebastián de Covarrubias asienta: LERDO. Dícese comúnmente de la bestia espaciosa* y torpe”. Actualmente, los diccionarios califican con él también a los animales racionales, a nosotros. Así, El Diccionario define: “Lerdo, a. Adj. Dicho comúnmente de una bestia: Pesada y torpe en el andar. // 2. Tardo y torpe para comprender o ejecutar algo. // 3. f. Veterinaria. Tumor de las caballerías cerca de la rodilla”. Algunos partidos de fútbol pueden calificarse de ‘pesados, fatigantes, molestos, cansones’ –más, si los transmite Eduardo Luis–, pero no de ‘lerdos’. Además, en lugar de ‘apasionados’, ‘apasionantes’: ‘apasionante’, el espectáculo; ‘apasionado’, el espectador.  Nota: el refrán quiere decir que ‘quienes con obstinación persisten en actuar irracionalmente deben ser castigados con palos’. *Nota: Espacioso, a: lento, pausado, flemático. ***

¿Quiso decir ‘musitar’? Tal vez. El columnista Argemiro Piñeros Moreno, en su nota sobre el fiscal  Néstor Humberto Martínez,  escribió: “Ya sobre las 8:00 de la noche, raudo y sin suscitar palabra alguna, ingresó al Capitolio Nacional…”. (LA PATRIA, 28/11/2018). ‘Suscitar’ (del latín ‘suscitare’ – ‘levantar, elevar, alzar’), señor Piñeros, es “levantar, promover”. Y creo que lo que usted quiso decir fue “sin pronunciar entre dientes palabras, sin susurrar, sin mascullar”. O “sin bisbisear, mistar o hablar en voz baja”, como enseña de ‘musitar’ el diccionario de María Moliner. O ‘sin decir esta boca es mía’. Sea de ello lo que fuere, el verbo ‘suscitar’ no era el término adecuado para expresar su idea. ***

Como tampoco ‘efusividad’ en la siguiente frase de la misma crónica: “…Martínez, quien habló por cerca de hora y media, tuvo momentos de efusividad, al punto que controvirtió con los senadores Jorge Enrique Robledo y Gustavo Petro, a grito abierto…”. Ello es que ‘efusividad’ es la “manera afectuosa y cordial de mostrar los buenos sentimientos a los demás”. Y, en la ocasión narrada, los sentimientos fueron abiertamente de ‘agresividad’, expresados con vehemencia por el acusado en contra de sus acusadores. ‘A grito pelado’ o ‘a grito herido’, que son las locuciones consagradas.

Es tan frecuente oír las locuciones ‘estufa a gas’, ‘camisa a rayas’, ‘televisión a color’, ‘motor a gasolina’ y otras semejantes, que el padre Jaime Pinzón Medina se inficionó, y, al describir la indumentaria del recientemente fallecido teniente coronel Silvio Cardona Álvarez, escribió,“…camisa de manga larga, a cuadros…” (LA PATRIA, Voz del lector, 30/11/2018). Son muchos los complementos que introduce la preposición ‘a’, pero entre ellos no están el que expresa las propiedades de algún objeto, ni el que determina el elemento con que algo funciona. Estos complementos los introduce la preposición ‘de’: ‘estufa de gas’, ‘camisa de rayas’, ‘televisión de color’, ‘motor de gasolina’ y la ‘camisa de cuadros’ del teniente coronel, padre. Quandoque bonus dormitat Homerus (‘De tarde en tarde cabecea el buen Homero’). ***

Con frecuencia he hablado de la preposición ‘entre’ con el fin de combatir su empleo como adverbio, solecismo muy extendido, pero rechazado en el lenguaje culto. El presbítero Luis Felipe Gómez Restrepo redactó así: “Pero entre más consensos sociales logremos, seguramente será más sostenible y duradera” (LA PATRIA, 2/12/2018). En esta oración, la preposición ‘entre’ debe ser sustituida por los adverbios ‘mientras’ o ‘cuanto’, puesto que sólo los adverbios pueden modificar ‘adverbios’, en el caso tratado, ‘más’. Norma aplicable también al adverbio de cantidad ‘menos’.

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