28 de marzo de 2024

100 días de soledad y un Fiscal que no ayuda

Estudiante Doctoral. Magíster en desarrollo y planificación. Politólogo. Profesor universitario y consultor en políticas públicas. Interesado en educar para la política. Concejal de Manizales.
20 de noviembre de 2018
Por Julián Andrés García Cortés
Por Julián Andrés García Cortés
Estudiante Doctoral. Magíster en desarrollo y planificación. Politólogo. Profesor universitario y consultor en políticas públicas. Interesado en educar para la política. Concejal de Manizales.
20 de noviembre de 2018

Y dónde está el presidente, dónde está el promisorio joven que transformaría a Colombia. Van 100 días de su gobierno, y quien dice gobernar este país, todavía no se “posesiona”.

Apenas va a cumplir cuatro meses de su mandato y tiene más escándalos que acciones positivas en su gobierno. Mucha gente pide que le den el tiempo necesario para que él se acomode en su cargo y obtenga los buenos resultados que prometió. Pero tenemos que decirlo, en estos primeros 100 días de gobierno se le ha notado perdido, sin liderazgo y con poca o nada maniobra política, porque claramente toda ella la tiene su mentor, el senador Álvaro Uribe, o en su defecto su partido Centro Democrático que parece que sigue siendo de oposición.

En estas tristes y lamentables semanas de gobierno, a la actual administración nacional se le puede contar aproximadamente 20 escándalos, que además de dejar mal parado a quien hoy algunos le dicen presidente, deja en evidencia su inexperiencia e incapacidad para entender las necesidades del país. Algunos de los eventos que voy a nombrar son bien conocidos por la mayoría y lo único que pretendo es que tengamos presentes las pésimas decisiones del presidente y también para que nos preparemos para las que faltan.

Podríamos empezar por el nombramiento de Alberto Carrasquilla como Ministro de Hacienda, todo lo relacionado con los bonos del agua, la moción de censura, la baja del salario mínimo por alto y extensión del IVA a la canasta familiar. Después, en la presentación del Presupuesto General de la Nacional se vio claramente que la prioridad es la guerra, y lo menos importante es la educación, tanto así, que después de haberse cumplido dos meses de paro, Iván Duque todavía no se sienta con los líderes estudiantiles, una miopía política severa que seguro le traerá graves consecuencias.
Otros de los escándalos son, la criminalización de la protesta social, de los consumidores de marihuana y de la dosis mínima. El nombramiento de Alejandro Ordoñez en la Organización de Estados Americanos (OEA); el incumplimiento con la consulta Anticorrupción; el derroche presupuestal en la visita al Papa en Roma; la política del espectáculo y shows mediáticos que ha montado a lo largo de estos 100 días que nada o poco dejan como resultado y que lo presenta más como un bufón, que como un gobernante respetado. Así podríamos pasar más tiempo haciendo el inventario de lo que nos ha tocado vivir en este tiempo, pero el espacio es corto.
Ahora, lo último que Iván Dique ha dejado es su respaldo al Fiscal Néstor Humberto Martínez, diciendo que él ya dio la cara y que su papel en esta institución ha sido muy importante para el país. Pero, hagamos un breve ejercicio, imaginemos, o más bien soñemos, que el Fiscal renuncie, que tenga la dignidad y el respeto por los colombianos para hacerlo, que entienda que Odebrech es un problema tan grande y perverso para este país, que si alguien aparece vinculado con este caso, no puede seguir ostentando uno de los cargos más importantes para Colombia.

Entonces, por obra de la vida se nos hace realidad este sueño de tener la renuncia del Fiscal, que en la coyuntura que vive el país ayudaría a levantar un poco la imagen política que se tiene. A su vez, este hecho genera nuevos y seguro, peores problemas. Preguntémonos, si renuncia el Fiscal ¿Quién sería el encargado de generar la nueva terna? Sería la misma persona que hace cuatro años se reunió en Brasil con delegados de Odebrech para que participaran en la política interna colombiana.

Es decir, el presidente Iván Duque, tampoco tiene la capacidad moral para ternar ecuánimemente a alguien para la fiscalía, está claro que a él tampoco le interesa que haya un Fiscal independiente para que haga las investigaciones con la rigurosidad necesaria de Odebrech, porque él también se vería involucrado y seguro otro escándalo de esas dimensiones no le conviene a su menguado gobierno, aunque también puede pensar que uno escándalo más, o uno menos no cambiaría mucho las situaciones.

@julianelpolit