Los fanáticos.
POR: Eduardo Aristizábal Peláez
La anterior administración de la Dimayor inició una campaña para que las familias regresaran a los estadios. Aficionados que no volvieron a los escenarios del fútbol por temor a las actuaciones de las barras bravas. Pero ésta campaña se supeditó a simples cuñas radiales.
El nuevo Presidente de la máxima jerarca del fútbol rentado, abogado Jorge Enrique Vélez García, ha decidido reunirse con los representantes de las barras, escucharlos, motivarlos y llegar a acuerdos con ellos para desterrar realmente la violencia de los estadios y sus alrededores. Que el fútbol sea motivo de diversión.
Las esperanzas están puestas en el doctor Jorge Vélez, hombre coherente en sus ideas y con una fortaleza grande, gracias a su experiencia como Secretario de Transito, y de Gobierno, Senador de la República, Gobernador y Superintendente de Notariado y Registro y un verdadero ejecutivo.
Que mal que le están haciendo al fútbol estos fanáticos. Muchos aficionados tradicionales han abandona las tribunas de los estadios; en algunas ocasiones da temor asistir a estos escenarios
Dicen los psicólogos, estudiosos de este tema, que los fanáticos tienen problemas de salud mental que tienen que ver directamente con carencia de afecto, baja autoestima, violencia familiar o abandono. El proceso empieza con momentos de aburrimiento, rechazo al mundo, posteriormente neurosis que paulatinamente se convierte en esquizofrenia para llegar finalmente a los estados de violencia.
Por lo anterior, creemos que no es un error empezar a concluir que los fanáticos, los barras brava y similares son el resultado de la actual sociedad industrializada , sociedad de consumo en la cual nacieron y se están formando y concordamos la afirmación anterior con el criterio de Erich Fromm, quien en su ensayo Anatomía de la Destructividad Humana afirma: “ El grado de destructividad aumenta a medida que aumenta el grado de la civilización , no lo contrario…El hombre difiere del animal por ser el único primate que agrede, mata, tortura a miembros de su propia especie sin razón ninguna , biológica, ni económica y siente satisfacción al hacerlo.
Será también por esto que se matan los integrantes de una misma barra ¡ qué horror ¡
Dice la Real Academia de la Lengua que fanático, es aquel que defiende con tenacidad desmedida y apasionamiento, creencias u opiniones, sobre todo en religión o política.
Creemos nosotros que ya es hora que la Real Academia agregue a la religión y a la política, la palabra deportes, porque en estas disciplinas sí que vemos aficionados apasionados y desmedidos para defender sus opiniones de manera irracional, convirtiéndose en muchas ocasiones en generadores de violencia, como infortunadamente lo estamos viendo, en el fútbol.
Quiero concluir entonces estas líneas alertando al estado, al gobierno para que revisen este tema en los programas educativos y de salud y hagan replanteamientos en la atención médica y psicológica a estos desadaptados, quienes también tienen derecho a tratamientos especiales y programas de rehabilitación, como los tienen los viciosos.