La consulta no es el camino
Jorge Enrique Giraldo Acevedo
Estoy absolutamente seguro que somos muchas las personas que estamos plenamente identificadas y, en consecuencia, de acuerdo con lo publicado recientemente en la revista «EJE21» y en el periódico «El Espectador» en la columna habitual del periodista y abogado Óscar Alarcón Núñez, sobre la tan promocionada consulta popular.
Concretamente, la consulta no es el camino y la inmoralidad en ningún estado del mundo se acabará con decretos o leyes.
Para que en el pais se acabe la corrupción, en primer lugar, habrá que coadyuvar a mejorar la educación para las venideras generaciones.
Estudiosos en el tema de la corrupción han coincidido como causas principales de esta practica la carencia de una conciencia social, falta de educación o de una cultura del compromiso, paradigmas distorsionados y negativos, personalidades antisociales y megalomanía, percepción sesgada del grado de corrupción presente e infravaloración de la posibilidad de ser descubierto.
La corrupción se podría eliminar con castigo más severo para quien incurra en este delito y con penas drásticas y la obligatoriedad, para quien la practique, de devolver todo lo recibido ilegalmente.
Es que, tal y como lo aseveró el connotado escritor francés Montesquieu, «la ley debe ser como la muerte, que no exceptúa a nadie».
Íquira, Huila