29 de marzo de 2024

Un cincuentón llamado Chayanne

Por Guillermo Romero Salamanca
28 de junio de 2018
Por Guillermo Romero Salamanca
28 de junio de 2018

Por Guillermo Romero Salamanca

A principios de los ochentas, aparecieron en el mundo musical grupos de cuatro o cinco muchachos que bailaban y cantaban al unísono y eso enloquecía a las jovencitas. Llegaron de Puerto Rico. Primero fue “Menudo” y luego “Los Chicos”. México lanzó después a Timbiriche y Venezuela, a Los Chamos.

En Colombia, Codiscos lo intentó con un grupo que denominó como “Clip”, pero no tuvo más que unos pocos admiradores.

Dentro de Los Chicos estaba Elmer Figueroa Arce, a quien nadie lo llamaba por su nombre de pila, sino como Chayanne. Un día determinó salirse del grupo y emprendió una carrera como solista, con la cual ha logrado vender unos 50 millones de discos, filmar varias películas, participar en centenares de programas de televisión y convertirse en el bailarín más famoso de América Latina.

Nació en San Lorenzo, Puerto Rico, el 28 de junio de 1968 y su apodo obedece a la admiración que le tenía su mamá, doña Irma Luz Arce, al protagonista de una serie del oeste titulada como “Cheyenne”, pero por facilidad idiomática le decía cariñosamente a su pequeño Élmer, “Chayanne”, quien luego se hiciera famoso por canciones como “Fiesta en América”, “Tu pirata soy yo”, “Salomé”, “Tiempo de vals”, “Y tú te vas”, “Torero”, “Me enamoré de ti” y “Completamente enamorados”, entre otros.

En 1983 conoció al empresario puertorriqueño Gustavo Sánchez, un mago en las ventas y en el mercadeo. Aunque Chayanne era un poco visible por su participación en Los Chicos, como fue “el gordo” Gustavo quien lo llevó al estrellato.

En los tiempos de Los Chicos.

En su primera rueda de prensa en el hotel Tequendama de Bogotá, Gustavo Sánchez fue quien habló de lo que sería el cantante como figura en los próximos años. Y en efecto que lo conquistó. Fueron más de 16 años en los cuales recorrieron Estados Unidos, Centro América, Suramérica y buena parte de Europa.

Gustavo trabajaba en un restaurante en San Juan y vio cantar a Chayanne y lo convenció para que formaran una empresa artística.

En 1996 cancelaron abruptamente sus relaciones y Gustavo siguió promocionando a otros artistas y luego fue jurado de varios concursos musicales de la televisión puertorriqueña y chilena.

El 31 de octubre del 2012, mientras visitaba a su progenitora que estaba enferma en Miami, Gustavo dejó de existir. Varias programadoras de televisión le rindieron homenajes por su trabajo y por su amistad que forjó con centenares de periodistas de América Latina.

Decía Gustavo, en esos años, que mientras se saludaba, por lo menos dos discos de Chayanne estaban sonando en alguna parte del mundo y que si se juntaban los CD vendidos alcanzarían una altura de las Torres de Nueva York.

Gracias a ese impulso, Chayanne ha participado en telenovelas, películas y en los programas de premiación de artistas.

Hoy, a sus 50 años, promociona sus canciones y se presenta en conciertos en México, Puerto Rico y Estados Unidos.

Chayanne es un cincuentón feliz.