18 de marzo de 2024

Se quedaron con los crespos hechos

19 de junio de 2018
19 de junio de 2018

Política con pimienta

Hay mucha tela de donde cortar. La primera pieza, es el ánimo democrático y pacífico de las elecciones del domingo. Como hacía años de años, los comicios de primera y segunda vuelta para elegir Presidente no estuvieron afectados por hechos violentos ni de fraudes ostensibles contra el sistema electoral. Hay que confesar que en los mentideros públicos que frecuentamos en busca de materia prima para escribir esta columna había pronósticos pesimistas y se decía que en vista de la crispación visible en las redes sociales y la toma de partido por el uribismo duquismo y el petrismo con características marcadas de agresividad, pudieran presentarse hechos que afectaran el olrden público. Pero que maravilla el comportamiento ciiudadano. Las elecciones fueron un evento ejemplar y así lo reconocieron tirios y troyanos. Ya sin las Farc y con el ELN en cese unilateral del fuego, hasta en aquellas regiones donde se desenvolvían los combates del conflicto armado todo transcurrió en normalidad. Y el resultado final, con una amplia mayoría de más de dos millones de votos de Iván Duque sobre Gustavo Petro y el reconocimiento de su derrota por parte de este una vez se consolidaron los escrutinios iniciales, nos permitió a los colombianos irnos a la cama en completa paz y tranquilidad y despertar con optimismo sobre el futuro que se nos espera. Los amigos de presagiar tragedias se quedaron con los crespos hechos y aun cuando se esperan días y meses de agitación política, mientras se asientan las aguas y el gobierno y la oposición muestran sus cartas, habrá que atemperar los espíritus para que la reconciliación sea un hecho y los amigos y las familias regresen al diálogo convivente.

La repartición de la torta con tanto limosnero junto

En el transcurso de los próximos días, con despacio, analizaremos cifras y resultados en Caldas y en Colombia. Y comentaremos los reacomodos, las deserciones, las desilusiones y las frustraciones, en especial de los aspirantes a hacer parte de la nueva repartija burocrática y que se van a quedar por fuera. Difícil tarea para Iván Duque la de la repartición de la torta con tanto limosnero junto. Pero tiene unos maestros en el manejo del computador de palacio, que harán toda clase de malabares para obtener lo que ahora llaman la gobernabilidad, que es como denominan a la mermelada los que le tienen miedo a las palabras. La gobernabilidad es la NO mermelada.

Pique y pimienta de la política

Mientras terminan las celebraciones de los gananciosos y las lágrimas de los derrotados, miremos intrascendencias que le ponen pique y pimienta a la política y permite una sonrisa hasta al más neurótico de los políticos. Por ejemplo: esperamos que para sus apariciones en público le compren nuevos fluxes al presidente Iván Duque. En un noventa y nueve por ciento de sus apariciones, lo hizo de bluyines, con blazer negro y camisa azul. Ayer el Presidente Santos, se vistió de la misma manera. La corbata la echaron al cajón de los rebujos. Y la Primera Dama, Doña Tutina, fue a oirle el discurso de apertura de las urnas a su marido, lo más informal posible, según nuestra asesora en modas. Camiseta blanca de manga corta, con leyenda de «Colombianísima» sobre su pecho, nada que ver con el frío bogotano, pantalón negro y cabello mojado. A los modistos bogotanos les pareció muy chic. Timochenko, de bigotico coquetón, chaqueta negra y bluyin que le hizo resaltar su prominente panza y que podría pasar desapercibido si no fuera por el numeroso grupo de guardaespaldas. Fajardo, de bluyines y en el más absoluto anonimato. Lo mismo De la Calle. En esta ocasión las cámaras los abandonaron, como que si se supiera de antemano su fracaso con el voto en Blanco. El Senador Robledo, ignorado. Petro, vestido común y silvestre pero acompañado de vocingleros partidarios. Los niños, protagonistas de primer orden. El Presidente Iván Duque, con sus tres hijos, Eloísa, Matías y Luciana. El Presidente Uribe, con dos de sus nietos, Jerónimo y Leticia. Petro tiene seis hijos de tres matrimonios y la que se robó el show con su paso de baile castro chavista y su discurso post electoral hacia la extrema izquierda fue la bella Antonella. Petro es abuelo de su nieta Luna y su actual señora es Verónica Alcocer, con quien se casó hace 10 años por lo civil. Y para terminar estas notas de farándula, que es lo mas parecido a la política, Vargas Lleras llegó en bicicleta, pantalón bicicletero y chaqueta rompevientos, como cualquier hijo de vecino, sin cámaras y sin escoltas. Y sin Luz María Zapata, la exreina pereirana. ¡Viva la Democracia mijito! gritó aquí en Manziales una viejita uribista, que casi se muere de la emoción cuando la Registraduría confirmó su elección. Registraduría, que cortó orejas y rabo por la prontitud de sus datos y por la limpieza electoral que garantizó.