28 de marzo de 2024

¿Qué tienen las Mujeres de Apía?

Por Álvaro Rodríguez Hernández
10 de junio de 2018
Por Álvaro Rodríguez Hernández
10 de junio de 2018
Imagen www.apia-risaralda.gov.co

Por Álvaro Rodríguez H.

Parece un jardín en expansión regado por verdes praderas y brumosas mañanas.
Huele a mujer como perfume amplio en esa multiforme visión geográfica.
Apia es sonora como el agua en sus quietos recorridos por esa epidermis montañera. Muchos sentimientos galopan sobre el surco familiar y por mayores altivos. Impetuosos hombres que trascienden entre ambientes firmes.
Laderas que curan cicatrices e izan universos pegados del firmamento.
Huele a trópico. A calles largas. A nomenclatura, a amistad cercana. A musica esculpida en largas faenas de historias que como sinfonía escribe historias. Herencia.
Apia huele a mujer.
Las primeras del Risaralda, Patricia Salazar Montoya; Lina Muñetón Agudelo, esposa de Juan Pablo; Sandra Correa en Ukumary y Luisa María Hincapié Zapata, aventajada alumna del quehacer de una adolorida salud, que llega a la fina postura del doctor Sigifredo, de nombrarla en el San Jorge.
Ellas, son hija de Apía. De Risaralda y el mundo. Encuadran en un olimpo citadino que da lustre a ese municipio que semeja amor.
Insisto: están en mora del reconicimiento claro y estampado entre el magnetismo de la raza.
Más que a mujer, Apía huele a progreso. A rasgos de generosidad traída de los cantos nocturnos de sus montañas que eclipsan la hombría pintada en lienzos de policromías indiscriptibles.
No hay que voltear la página para reconocer la grandeza del territorio amado. Ellas, le dan realce a la imagen que golpea las turbulencias de la imaginación para escribir con su presencia, el hoy de Apia, entre esperanza, sueños y cafe. ¡Dios las bendiga!