28 de marzo de 2024

Los animales y las flores de Bach

18 de junio de 2018
Por Jesús Helí Giraldo Giraldo
Por Jesús Helí Giraldo Giraldo
18 de junio de 2018
Por Jesús Helí Giraldo Giraldo, BFRP
Instructor Bach, registrado en la fundación Bach de Inglaterra

¿Quién puede decir que no ha visto la alegría o la tristeza encarnada en las expresiones abiertas y auténticas de su mascota? La cola, las orejas, los ojos y la forma de ladrar, sus gestos y movimientos demuestran palpablemente su estado anímico. La tristeza ante el abandono o cambio de dueño, la muerte de éste, la separación o muerte de otro animal cercano, lo mismo que la alegría cuando aparece el amo, al rescatar un herido o muerto en un desastre sus expresiones son magníficas. ¡Y qué actitud la de los perros cazadores cuando enfrentan su víctima ¡Frente a un buen plato de comida, la buena disposición a las caricias de su amo, los animales, demuestran la capacidad de reaccionar y expresar sus emociones, sufren, gozan y se irritan.

 Reaccionan al miedo y la ansiedad, a la enfermedad y los duelos, los viajes, la visita al veterinario, el cambio de residencia, los accidentes y los ruidos, la pólvora, las tormentas, la aparición de un nuevo miembro en la familia y ante el desplazamiento. Las mascotas, principalmente perros y gatos, son acompañantes incondicionales que comparten las circunstancias de vida cotidianas de hombres y mujeres. Padecen transformaciones en su comportamiento por problemas de salud, situaciones inusuales en el hogar, manifestándose en forma agresiva o con excesivo entusiasmo o tristeza. A veces las dificultades en sus funciones fisiológicas son una severa advertencia de que algo anda mal en ellos.

El estado de ánimo del animal y su comportamiento responden a una actitud individual, por lo cual hay que tratarlos como tal, considerando sus condiciones particulares, su ser y su estar, igual que se hace con las personas, es necesario considerar el temperamento y personalidad, humor y actitud.

Para un resultado efectivo es necesario tener en cuenta la condición, especie, raza, características y comportamiento del animal, incluso la personalidad de quien lo cuida. Los comportamientos de los animales de sangre fría son diferentes a los de sangre caliente, los animales pequeños son más neuróticos que los grandes, en cuanto al estado es importante considerar las condiciones de abandono o si se trata del último de la manada y saber que los animales aprenden comportamientos de sus amos.

Los remedios florales tienen aplicación para el adiestramiento, al hacer sus necesidades fisiológicas en sitio adecuado, no repetir errores en el uso del basurero y del sitio de deposición o desarrollo de destrezas.

El uso de las flores de Bach se ha probado con eficacia en animales domésticos: perros, gatos, aves, pájaros, ganado y peces, teniendo en cuenta el estado de ánimo del animal a tratar, pero no pretender reemplazar con ellas al profesional de la veterinaria.

Bogotá, junio 18 de 2018