Absuelto Nicolás Aguilar
Se admiran,respetan y aplauden las condiciones verificables, la jerarquía intelectual,el denuedo en el combate, el perfil singular que le da jerarquía al ser humano. Ser -en política- es difícil porque la envidia emponzoña y busca destripar al émulo. Los enemigos son perversos, inventan crímenes y asesinan el honor.
Se persigue, se denigra, se montan cadalsos para ahorcar al contrario, se goza cuando se ven cadáveres sangrantes. Se paga caro cuando se es joven inteligente. Los contrarios cuando son pigmeos, meten zancadillas para obstaculizar el avance de un capitán signado por el talento. Esos metiches insignificantes gustan de las contiendas entre peones, mundo al cual ellos pertenecen.
Estas palabras tienen que ver con Nicolás Aguilar. No me importa en qué Partido político milite. Cada cual se ubica en el fortín ideológico que elija. La inteligencia y el carácter derrumban barreras y rompen diques de contención. El triunfo no pertenece a los eunucos mentales, menos a los que manejan desperdicios vinagres de plazas de mercados.
El hombre fino que tiene un águila altanera que lo mima con mensajes de los dioses, sabe que su horizonte, asi ocasionalmente se tiña de nubes espesas, es alcansable y promisorio.
Nicolas Aguilar tiene casta. Es un joven guerrero no asustable. Es perpendicular, no maleable, no escondible por sustos pasajeros. Ahí está como una roca, seguro de sí mismo, sólido como una montaña.
Aguilar denunciado por bellacos,ha sido absuelto. Quienes lo admiramos, compartimos su victoria contra la calumnia.
César Montoya Ocampo