29 de marzo de 2024

«Que no se tiren la paz» (I)

2 de mayo de 2018
Por Augusto León Restrepo
Por Augusto León Restrepo
2 de mayo de 2018

Por Augusto León Restrepo.

Quienes escribimos con regularidad en los diarios físicos o en los diarios virtuales, quisiéramos a veces que los espacios  que nos señalan sus Directores no fueran tan estrechos, porque se acumulan temas que si no los abordamos a tiempo pueden aparecer como insulsos refritos. Máxime cuando el país que nos tocó en suerte es una gran fábrica de situaciones y episodios que invitan a la controversia, a la discusión, a la polarización si se quiere, que mientras sea sin crispaciones ni desbordamientos pues vaya y venga. Pero lo común es que incurramos en excomuniones y diatribas, antes que a razonamientos y logicismos que nos permitan el análisis sereno de lo que sucede, sin necesidad de despelucarnos ni de mostrarnos los dientes con agresiva ferocidad.

Después de este exordio que a nada conduce por aquello de que genio y figura hasta la sepultura-así somos los colombianos diríamos con argumentación simplista- quiero referirme al reclamo que con todo su derecho ha dirigido a los actores del terminado conflicto armado entre el Estado colombiano y las Farc y a otros estamentos el candidato presidencial Humberto de la Calle, en el sentido de que se están tirando la paz. Las razones para De la Calle de su aserción: «Primero, Uribe y Duque vienen construyendo un tejido de falacias y de odios que fueron conduciendo a buena parte de la población a la nostalgia de la guerra. La Corte Constitucional le abrió la puerta al Congreso para traicionar y entorpecer el Acuerdo. Al Centro Democrático se unió en esta tarea Cambio Radical con el auspicio de las vacilaciones del doctor Vargas. Las Farc tampoco han dado el paso de mostrar empatía suficiente con los colombianos. Y al Gobierno le ha quedado grande la implementación».

Lo de Uribe y Duque, está en lo cierto el Dr. De la Calle. Hay un altísimo porcientaje de sus seguidores que quiere destrozar el Acuerdo del Teatro Colón y otra mínima parte que disfrazan ese propósito con argumentos facilistas, para la galería, pero de imposible cumplimiento, como echarle un reverzaso para que los líderes de la guerrilla se vayan directo a la cárcel por un tiempo así sea mínimo. Que los extraditen por narcotraficantes. Que los vuelvan chicharrón.

En lo de que La Corte Constitucional le abrió la puerta al Congreso para traicionar y entorpecer el Acuerdo, discrepo Dr. de la Calle. Si el gobierno Santos con su Ministro de Gobierno le hubieran dado un inteligente y persistente manejo político a los representantes de la Mesa de Gobierno en el parlamento, los entorpecimientos no se hubieran dado. La Corte ratificó el papel deliberante e independiente del Congreso. Y las traiciones, pues son usuales en el ajetreo politiquero, ajetreo en que ni usted ni yo, ni tantos colombianos ingenuotes como nosotros somos duchos. A renglón seguido usted muestra su índice señalador: el Centro Democrático se unió en esta tarea con Cambio Radical auspiciado por la vacilación de Vargas Lleras. Si señor. El tibio vicepresidente de ese entonces, quien hoy posa de prosélito de los acuerdos de paz ha sido el gran entorpecedor de su implementación a través de los parlamentarios de su partido de todas las horas, Cambio Radical. Centro Democrático me parece que fue consecuente con su papel de oposición tortuosa pero frentera.

Y en cuanto a las Farc, se han hecho las de la oreja mocha en darle claridad a algunos compromisos que son muy sensibles para la sociedad como el resarcimiento de las víctimas lo que aumenta cada vez mas el rechazo a sus consignas y sus banderas electorales. Hay que exigirles con fuerza mas compromiso con el cumplimiento de los Acuerdos. Y su desvinculación por completo con el crimen del narcotráfico.

Lo grueso de estos asuntos, requiere mas espacio para su exposición. Me refiero a la pellizcada que se dio el Presidente Santos ante la afirmación de De la Calle de que al gobierno le ha quedado grande la implementación de los Acuerdos del Teatro Colón del 24 de noviembre de 2016. Y desde luego, a la propuesta de De la Calle sobre el juzgamiento de colombianos en nuestro propio país, antes de proceder o no a extraditarlos. ¿Los dejamos para otra ocasión?. ¿Mañana?. Aquí los espero.