18 de abril de 2024

Todavía hay gente que fuma marihuana

20 de abril de 2018
20 de abril de 2018

Por Guillermo Romero Salamanca

En 1971 el furor de hipismo estaba en su máximo apogeo. Dos años atrás se había realizado el famoso Festival de Woodstock donde los jóvenes fueron a cantar y a bailar rock, pero también encontraron la libertad para protestar contra la guerra de Vietnam y fumar  marihuana como “medicina” para los jóvenes asistentes.

Sofía Sancho Castán de El Mundo.es comentó que “nueve de cada diez asistentes al festival fumaron marihuana y en total 33 fueron detenidos por consumir drogas, según los servicios sanitarios”.

Múltiples réplicas se hicieron en México, Perú, Venezuela y Colombia del célebre concierto.

En el colegio San Rafael de California, en los Estados Unidos, comenzaron a reunirse a las 4 y 20 en el parque Luis Pasteur para fumar marihuana. Salían de sus clases a las 3 y 20, pero la cita era una hora después. Cada vez crecía el número de adictos y entonces convirtieron en el Día de la Marihuana el día 20 del cuarto mes.

Miles de muertos, detenidos, heridos, huérfanos han ocasionado la guerra contra su consumo. En Colombia, en la década de los setenta, convirtieron a regiones enteras como la Sierra Nevada de Santa Marta, Los llanos Orientales y montañas del país en una gigantesca siembra de marihuana para “exportarla” a los Estados Unidos. Se recuerda que en La Guajira, desde cuando se construyó una vía entre Riohacha y Maicao, se aprovechó para que desde allí despegaran hasta hasta cuatro aviones DC3 al mismo tiempo, cargados de yerba.

Luego, cuando varios estados de la Unión Americana, aprobaron su consumo, las siembras en Colombia se quedaron para el mercado local. Lo que en la época de los setenta era un misterio y quienes fumaban marihuana eran discretos, hoy es común verlos en parques, calles, avenidas, casas donde les expenden la dosis que quieran y lo hacen frente a las señoras, los niños, la policía y  la gente del común.

Según el Reporte de drogas Colombia 2017, hecho por el Observatorio de Drogas de Colombia ODC del Ministerio de Justicia, el 3.6 por ciento de las personas que participaron en el estudio reconocieron haber consumido algún tipo de droga en el último año de la medición.

Según estudios, como por ejemplo el realizado por los científicos Campolongo y Cassano han encontrado una conexión entre el uso de

marihuana y un riesgo más alto de enfermedades mentales, incluyendo esquizofrenia, depresión y ansiedad.

A la cannabis sativa, su nombre científico, le ha encontrado decenas de propiedades de uso medicinal –en cremas y otros productos médicos– para aliviar enfermedades como glaucoma, autismo, mal de Párkinson, alivios de quimioterapias, reducción del riesgo de obesidad, diabetes e incluso sirve para algunos tipos de epilepsia e incluso mitiga el dolor menstrual, ayuda en procesos de ansiedad y depresión.

De sus semillas, ricas proteínas, omega 3 y omega 6, se puede sacar aceite comestible, harina, leche, pan, cosméticos, jabón, lubricantes y biocombustibles.

Giovanny López, un inventivo paisa encontró en la marihuana un aliado para el desarrollo de sus productos artesanales, eco-cosméticos y jabones, trabaja con productos orgánicos que comercializa en plazas de mercado y tiendas naturistas y es el creador del Ganjabón –lavador y loción–que comercializa en plazas de mercado y tiendas naturistas.

De la cannabis se puede elaborar el cáñamo, más resistente incluso que muchos elementos hechos con derivados del petróleo. El rollo más económico, con 12 metros de largo, cuesta 32 mil pesos en tiendas mayoristas.

Del mismo cáñamo se produce un “súper alimento” por la gran cantidad de nutrientes.

También se produce papel. Una hectárea –han dicho los investigadores—puede producir el cuádruple de material de una de árboles, es más resistente que el de madera y lo importante, no requiere ácidos ni cloro, lo que contribuye con la disminución de contaminaciones.

La empresa Alibabá, por ejemplo, comercializa incluso papel higiénico hecho con cáñamo.

Con su hilo se pueden fabricar ropa deportiva, cinturones y carpas que gran resistencia.

Es mejor, según los expertos, cultivarla para elaborar miles de productos y es más rentable. Sin embargo, muchos prefieren fumársela, así les produzca esquizofrenia.