28 de marzo de 2024

Medio lleno y medio vacío

30 de abril de 2018
Por Marco Aurelio Zuluaga
Por Marco Aurelio Zuluaga
30 de abril de 2018

Marco Aurelio Zuluaga

La honestidad intelectual, la seriedad y el respeto para con todos los colombianos con las que el vicepresidente Oscar Naranjo y el subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación Ariel Ávila, evaluaron en Semana en Vivo los avances, los incumplimientos y las dificultades presentadas durante la ejecución del Acuerdo con las FARC, son un ejemplo para encarar la discusión de los asuntos públicos en Colombia.

Un país, en el que unos “emberracan” y manipulan a la gente con mentiras, y otros, que con indolencia y silencio cómplice no cumplen con sus responsabilidades frente al Acuerdo, someten al ciudadano a la peor de las incertidumbres y al pesimismo. Un país así, necesita de este tipo de discusiones para que la sociedad esté informada de manera ecuánime.

Durante la conversación se identificaron fallas en el liderazgo; corrupción en la administración de los recursos; falta de coordinación en el territorio de algunas de las trece agencias gubernamentales que atienden el Acuerdo; desconocimiento a gobernadores y alcaldes en el diseño y la ejecución de la estrategia, despreciando realidades regionales y locales; y la novedad del nuevo escenario para las fuerzas militares y su falta de respuesta oportuna.

Se reveló que a la bancarización de las cooperativas de reinsertados le pusieron tantas trabas, que casi dan al traste con este paso decisivo; que un decreto sobre tierras, enfrenta a las víctimas, a la Sociedad de Agricultores de Colombia –SAC- y a la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos -ANUC-, y cómo, para avanzar, se deben armonizar pretensiones e ilusiones de cada uno de estos actores.

También se informó, que en Colombia se pasó de tener seiscientos municipios con serios problemas de orden público (en guerra), a tener hoy en conflicto solo setenta y seis, y cómo, cuatrocientos treinta de esos alcaldes que habían sido desplazados, hoy despachan desde sus municipios.

El desminado avanza sin tropiezos y sin niños amputados. La sustitución voluntaria de cultivos ilícitos progresa y 123.000 familias están comprometidas con ello, a pesar de la guerra que les han declarado los agentes internacionales del narcotráfico. Los proyectos productivos de las víctimas y de los excombatientes van despegando.

Para complementar, la cifra de muertos por la guerra ha bajado a niveles nunca vistos en la historia del país.

La conversación pausada, con argumentos, razones y motivos, demostró que pese a todas las dificultades, hay proceso y hay futuro.

Se calcula que el costo total de la implementación del Acuerdo en quince años, es de ciento veintinueve billones de pesos; mejor dicho, una bicoca anual de menos de nueve billones, frente a los cincuenta billones anuales que cuesta la corrupción, o frente a los billones que se dilapidan anualmente en subsidios focalizados para mantener la clientela de ricos y de pobres.

Esta visión, con la cual el Vicepresidente acepta que el vaso no está solo medio lleno, y que algunos analistas reconocen que no está solo medio vacío, nos debe invitar a todos a pensar y a decir: Sí, Sí … Colombia.

30 de Abril de 2018.