18 de marzo de 2024

De negocios

18 de abril de 2018
Por Hernando Arango Monedero
Por Hernando Arango Monedero
18 de abril de 2018

Hernando Arango Monedero

hernando arangoNadie duda que el gran negocio, el más ventajoso negocio que se ha celebrado en Colombia, lo hicieron las FARC.

Es claro: De una parte, los grandes jefes de la agrupación guerrillera, si así aceptamos llamarla, cansados ya de andar escondiéndose; metidos en el monte; vigilados por unos sujetos que a lo mejor eran peores que ellos, y podían ser tentados por las recompensas; a toda hora con temor de ser sorprendidos por las tropas; bombardeados o simplemente capturados, a través de un acuerdo realizado con extraordinaria largueza por Santos y sus propios en la Habana, consiguieron lo que no imaginaron les sería otorgado. En cuanto a eso, ya ni para qué hablar: lo entregado fue entregado. Lo cierto es que esos jefes, que diríamos…… cuantos fueron: aceptemos que 20 o 30; los mandacallares, se instalaron en el Congreso de la República en las 10 curules, lo que les asegura ingresos por unos 400 millones de pesos al año a cada uno, más guardia personal, vehículo y unidad de apoyo legislativo. Esa unidad de apoyo legislativo les permite hacer nombramientos de “asesores” bien pagados, lo que permite que otros tantos puedan tener un ingreso sustancioso, sin que tener que esforzarse demasiado. Si algunos de los jefes quedaron sin chanfaina directa del Estado, pues a servir de directores del partido FARC, en donde con los miles de millones que les serán entregados para desarrollo de las labores partidistas, podrán obtener ingresos suficientes para darse una buena vida.

En segundo término, si mal no estoy, unos 1200 rasos de la organización, recibirán salarios cercanos a $1.800.000,oo, cifra que, ordeñando o arando o arriando vacas no ganarían. Esos sargentos u hombres de segundo orden en las filas, también consiguieron un salario que muchos con título técnico o profesional no alcanzan, a la par que pueden salir a la calle sin ser perseguidos ni estar a toda hora expuestos al combate o a caer en manos de la autoridad.

En un tercer término, se encuentra un buen número de rasos que encontraron una forma de salirse de ese calvario para ellos que era la guerrillada, a la que entraron por múltiples razones, unas veces al ser obligados desde niños, otras veces porque era la forma de no morirse de hambre y quizás también por ensayar ya el sistema que predicaban iban a imponer en Colombia, pues era el que ellos querían. Al final de cuentas nada tenían que perder. Así, llegada la firma del acuerdo, pues a concentrarse en esos campos establecidos para ello y de allí a volver a la casa o a la región de la que salieron. De paso, sin cuentas pendientes con la justicia.

En un cuarto término están los que tuvieron ambiciones siempre de ser jefes y tener las prerrogativas de los jefes. Ahora que aquellos se salieron, pues es la oportunidad mía y la voy a aprovechar. Pues a seguir con el negocio de la coca, bien sembrando o bien cuidando y cobrando por cuidar. Esos se agruparon como disidentes y esperan que más adelante haya otro que acepte para ellos lo que hoy aceptó el país para los que salieron. ¡Quien quita! Allí están metiendo un proyecto de ley que le abre las puertas a unos que dizque son Bacrim y los beneficiarán de alguna manera. Ya nos llegará el turno a quienes integramos las disidencias.

Un quinto término, lo integran los que como campesinos perdieron todo y ahora, como integrantes de las FARC, tendrán tratamiento preferencial. Desde luego que a esa gente hay que meterla con las víctimas, porque también son víctimas y a ellos y a estas, hay que darles medios para retornar a sus tierras y ayudarles a retomar su posición en la sociedad y a reasumir lo suyo.

Pero lo cierto es que el gran negocio si lo han hecho las FARC. Ahora esperemos que la FARC política, sirva para algo y el dinero que se embolsillaron en las elecciones pasadas lo retornen, porque fue concedido para hacer campaña, no para echarse con las petacas, como así lo hicieron.

El país también hizo su negocio, y como tal debe defenderlo exigiendo que unos y otros lo cumplan empezando por los “faracos” de uno y otro lado.

Manizales, abril 17 de 2018.