29 de marzo de 2024

A propósito del eco-turismo

13 de abril de 2018
Por Víctor Zuluaga Gómez
Por Víctor Zuluaga Gómez
13 de abril de 2018

Víctor Zuluaga Gómez

Al Amazonas se viaja con unas grandes expectativas porque es una región que tiene una variedad enorme de fauna, flora y desde luego, de grupos humanos diversos.

Visitar la isla de los micos es una fantasía porque finalmente se puede tener una gran cercanía con dichos animales, que se mueven con plena libertad. Pero la visita a Macedonia, un sitio en donde se encuentra una comunidad indígena Tikuna sí resulta de alguna manera frustrante porque de lo que se trata es de observar un espectáculo ficticio en donde finalmente se busca vender artesanías producida por los nativos.

Pensaba que en la medida que en Risaralda se está promocionando la diversidad representada también en una diversidad cultural y de fauna y flora, bien vale la pena aprovechar el turismo, que al lado del avistamiento de aves en Mistrató y Pueblo Rico (y otros como Santuario y Apía), se podrían diseñar visitas a la comunidad Embera Chamí, llegando a unos acuerdos con las autoridades de los resguardos indígena.

Si bien la venta de artículos artesanales puede ser provechosa para la comunidad indígena, me parece que lo más importante es dar a conocer a los turistas algo de historia de la comunidad Chamí, así como sus principales valores culturales, su organización y las dificultades como consecuencia de la actividad minera y tala de bosques, que ha presionado una enorme emigración hacia centros urbanos y a la ciudad de Pereira.

De ninguna manera se trata de visitar las comunidades indígenas para presentarlos como unos grupos humanos atrasados, bárbaros y con las mismas perspectivas que se miran unos animales en un zoológico.

Muy importante pensar en la preparación de grupos que se apropien de unos discursos para servir de guías, orientadores para los turistas, y desde luego contar con la anuencia y la participación de las autoridades de la comunidad indígena para que se realice un turismo respetuoso y con la rigurosidad que exige el tema.

Finalmente, muy bueno sería que también  los turista se les brindara unos espacios para una sensibilización en lo que tiene que ver con el respeto al medio ambiente, porque desafortunadamente detrás de lo grupos de turistas van quedando regueros de vasos y bolsas plásticas que contaminan de una manera inmisericorde.