28 de marzo de 2024

¿Qué hacer cuando la casa se convierte en oficina?

9 de marzo de 2018
9 de marzo de 2018
Imagen La Nación.ar

Por Guillermo Romero Salamanca

Cada vez los trabajos se desarrollan desde la propia casa. El caos vehicular, las demoras en los traslados, el cierre de empresas, la escasez de empleo y la facilidad para desempeñarse desde un computador y un celular son cada vez más comunes.

Hablar con personas que llevan más de 20 años laborando desde su hogar, coinciden en que es indispensable ajustarse en horarios, tener tiempos para descansar y también ajustarse a una disciplina, con horarios, metas y resultados.

Mantener aseado y ordenado su lugar de trabajo. Es bueno no sólo limpiar con químicos el computador, porque se contamina fácilmente, sino también el escritorio y todo lo que lo rodea.

Fijarse un plan diario de actividades. Al comenzar, en una libreta, escribir lo que tiene que desarrollar durante el día. Un plan de vida ahorra tiempo, dinero y gestiones. Es bueno escribirlo, porque la mente no puede trabajar con toda una agenda fácil de olvidar o una llamada importante que no se realiza.

Beber 7 vasos de agua al día y reducir el consumo de té, café o bebidas alcohólicas. Nada de excusas como el frío, el calor, la nostalgia, el pasado, el presente, los negocios para incrementar la cafeína o el alcohol. Y además, evitar el cigarrillo.

Levantarse del escritorio y hacer pausas al menos una vez cada hora. Respirar profundo, caminar y tomar un nuevo aire. Regresar al puesto de trabajo, después de lavarse las manos.

Comer sanamente y evitar  los pesados almuerzos. Salir a caminar, ver los nuevos árboles, mirar a los que caminan, visitar los centros comerciales, tomar aire. Andar como sin rumbo, proporciona muchas ideas. Escríbalas o grábelas en el celular.

Evitar las trasnochadas. Estudios indican que dormir poco interfiere con tus niveles de azúcar en la sangre y genera problemas crónicos, además de cansancio y baja productividad a lo largo de tu jornada.

Buscar personas positivas. Hable siempre con colegas que inspiren, que llenen de optimismo la vida. Aunque hay miles de problemas en las familias, la sociedad, el mundo, hay que pensar en que todo se podrá arreglar. Si está triste escuche música bailable, si está muy cansado, duerma un rato.

No perder el tiempo en mensajes negativos. En tiempos de campañas políticas, mensajes van y vienen de cada candidato, unos positivos, unos negativos, unos que elogian y otros que denigran. No se detenga en esos comentarios que le distraen la mente y lo perturban en lo verdadero valioso: su tiempo. Cuando pasen las elecciones, también se hablará en contra de los ganadores.

Aprender y usar una palabra nueva cada día. El diccionario español es infinito y si las lleva a sus escritos, será más divertida la vida.

Hacer una acción buena cada día. Dar una información, dejar comida por ahí para los pajaritos, llevar un mensaje optimista a una persona afligida, saludar a todos con una sonrisa, darle una ayuda a quien lo necesite, pensar en solidaridad con otros seres humanos.

Limpiar la biblioteca y ropero. ¿Ya leyó un libro? Regálele a un buen amigo, envíelo a una biblioteca del campo. Saque esas camisas que hace años no se pone. Hay roperos que los reciben bien.

Tener horarios para llamar o enviar mensajes a sus seres queridos. Por mucho que sea el trabajo, es bueno conversar o escuchar simplemente a familiares y amigos.

Y sobre todo, diviértase. Es la mejor obra que se puede hacer en la casa.