28 de marzo de 2024

Jugando con candela

5 de marzo de 2018
Por Eduardo Aristizábal P.
Por Eduardo Aristizábal P.
5 de marzo de 2018

Elucubraciones

POR: Eduardo Aristizábal Peláez

Da pena saber  que el vertiginoso progreso  en los últimos años   de los canales de comunicación, sea mal utilizado, tendenciosamente; información falsa, amañada y me atrevo a decir que dolosa y se está abusando en la actual campaña política, con intereses proclives, utilizando estos  canales   expeditos,  ágiles y de mucha penetración  como son las redes sociales.

En los últimos meses en Colombia, ésta peligrosa práctica en el escenario político     empezó en la campaña para el plebiscito, como lo confirmó el exsenador  Juan Carlos Vélez Uribe y como les dio resultado, se convirtió en la táctica de moda.

Comunicar verdades es válido en cualquier momento y en cualquier escenario, pero decir verdades a medias, o interpretar amañadamente los hechos, haciendo creer que es una información cierta, real, que debe ser objetiva cuando simplemente es una opinión, que es subjetiva, es simplemente un engaño. Confundid y reinad.

Decir que Colombia es machista y las mujeres tiene pocas posibilidades, decir que Colombia es ultraconservadora y los izquierdistas están en desventaja, decir que un candidato es muy joven para acceder a determinado cargo, todo eso es válido porque es una opinión, criterios personales, análisis subjetivos, pero pasar de ahí, a propalar la información sistemática que Sergio Fajardo es izquierdista, que Colombia corre el peligro de venezolanizarse, que si el voto en blanco es mayoría, todos los candidatos quedan excluidos para una nueva oportunidad, es una verdad a media,  que los venezolanos en masa viene a votar, dice una señora en medio de su incontrolable  llanto; que irresponsable manejo de los términos democracia, expropiación, Asamblea Nacional Constituyente.  Y cómo se solazan con las adversidades de sus émulos

Lo grave es que mucha de ésta información nace en las agencias políticas y son enviadas  por reconocidos políticos y empresarios colombianos y que son multiplicadas por una cauda inconmensurable de prosélitos que irresponsablemente hacen eco a esta peligrosa campaña, en un momento en el cual el país está sumido en una delicada puja por el poder central, en donde  mínimo 3 candidatos ya se sienten Presidente.

¿Estos irresponsables sabrán medir las consecuencias de esta campaña? Entenderán que el palo no está como para cucharas y los resultados especialmente, en la campaña presidencial puede generar más violencia en el país? Dios no lo quiera.

Ya es hora de legislar en ésta materia pensando en el pueblo, no en los políticos, pues algunos de ellos  legislan para ellos mismo. La comunicación es un derecho fundamental, pero mal utilizada también puede  empezar a abrir el Código Penal.