Un cambio en el pensamiento

Por: Ricardo Tribín Acosta

Está comprobado que mis pensamientos al cambiar pueden hacerlo con mis sentimientos y acciones y esto lo consigo haciendo el mejor esfuerzo para limpiar esa mente loca que a ratos nos aprisiona. Nunca he sabido por qué es que nuestros pensamientos, cuando llegan, en su mayoría nos dan mensajes negativos. ¿De dónde viene ese entrenamiento tan desigual? Ni idea, pues son muchos los años en que los filósofos, sicólogos y escuelas diversas han estudiado ello, sin que se haya logrado del todo, encontrar un origen específico que lleve a resolver tan complejo y angustioso teorema de la mente.

De otro lado algunas disciplinas como las de Albert Ellis y Héctor Trujillo, condensadas en la Terapia Racional Emotiva, han concluido que el cambio en esos pensamientos es la ruta para sentirnos y actuar mejor. Desde que aprendí ello, logré muchas soluciones a mis problemáticas en el pensar, a la vez que me di cuenta de que este proceso hay que hacerlo de por vida, un día a la vez. El anterior concepto para mi es la alternativa para quienes tienen dificultades en identificar y expresar sus sentimientos, dándole cabida a soluciones para los que intelectualizan lo que pasa a su alrededor.

Por ello, no es tan importante discernir acerca de si en las confusiones mentales el primero que llegó fue el huevo o la gallina, sino mas bien en esas soluciones planteadas por Ellis y Trujillo, ya que, de su práctica diaria, es como podrán buscarse caminos adecuados de serenidad y paz interiores, mediante el cuestionamiento al pensamiento negativo que nos llega, lográndose esto a través de un análisis intelectual acerca de cuan irracional resulta su repentina y constante aparición.