28 de marzo de 2024

Dejemos ahí.

13 de enero de 2018
Por Augusto León Restrepo
Por Augusto León Restrepo
13 de enero de 2018
Por Augusto León Restrepo

Jorge Enrique Pava, quien escribe desde hace varios años en el Diario La Patria de Manizales una columna semanal, los viernes, glosa lo que escribí en el diario digital Eje 21 de Manizales sobre unas desafortunadas declaraciones que emitió al aire el Gerente de la Plaza de Toros de esa ciudad, Dr .Juan Carlos Gómez, por la cadena radial RCN, al borde del cierre de la transmisión de la corrida del 28 de diciembre del 2017, celebrada en desarrollo de la feria de la ciudad de Cali.

El Dr. Gómez Muñoz se vino pica en ristre contra los parlamentarios que presentaron en las Cámaras un proyecto de ley que prohibe las corridas de un solo tajo y pidió en tono vehemente a los taurinos, que supongo que cobija bajo ese término a los que asisten a las plazas de boina y habano y cargan el reglamento taurino y algunas páginas de la abultada enciclopedia de Cossío en el bolsillo de atrás, sabihondos y presumidos, tanto  como a los de sombrero aguadeño, aguardiente en botas de plástico, que a la lidia del tercer toro están pidiendo música hasta cuando intervienen los picadores y  utilizan los ponchos o muleras para torear en los tendidos, que se abstuvieran de sufragar por ellos si pretenden su reelección. Y por ahí que es más derecho las emprendió contra el candidato caldense a la Presidencia de la República, Humberto de la Calle Lombana, porque éste dirigió un mensaje al Congreso en el que insta a que se aprueben las normas prohibicionistas  en relación con el espectáculo taurino, pidió que los aficionados no lo fueran a favorecer con sus votos y cometió el exabrupto de expresar que por ello  De la Calle debería de abstenerse de volver a Manizales. porque no sería bien recibido. El Dr Gómez Muñoz, padre del ostracismo taurino. Manizales solo para los quince mil taurinos (?) asistentes a la Plaza que el gerencia. Jorge Enrique Pava, en La Patria es del mismo parecer. Como profeta del apocalipsis impreca: «Si es para exasperar las pasiones acudiendo a esa lucha de clases que va a venir a la ciudad también me uno a la voz de Juan Carlos Gómez diciendo que ojalá el candidato liberal no vuelva a pisar las calles manizaleñas». Vean pues. ¡¡Virgen de la Macarena!!.

A raiz de esa diatriba radial del Dr Juan Carlos, escribí en Eje 21 que me parecía, y me parece, que su intervención era una peligrosa incitación a que el asunto taurino se convierta en un tema político trascendental para los colombianos, tan propensos a la discordia y a la crispación, cuando es una discusión de bajas revoluciones, en comparación con tantas circunstancias adversas que padecemos, y que le hace más daño que beneficio a la defensa de la tauromaquia. Y que el Médico era irreverente, falto de criterio y cachicerrado, por echarle gasolina a una hoguera que de por sí está encendida: no es si no ver las exaltadas reacciones de los obstusos taurinos ante cualquier opinión que sea discordante de su cofradía y las alevosas actuaciones de los antitaurinos, que convierten su causa en agresiones brutales contra los asistentes a un espectáculo tradicional , popular y elitista a la vez, que nada tiene que ver con la lucha de clases, como lo insinúa equivocadamente Pava en su artículo de La Patria.Artículo en el que hace  exaltación de las calidades pofesionales y gerenciales del Doctor Juan Carlos Gómez, que desde luego yo no he puesto en duda ni en discusión. Pava aporta datos biográficos del Dr Gómez y sus aportes a las empresas humanitarias de Manizales, que son admirables y respetables, no faltaba más. Y que me llevan a retirar lo de que se trata de una persona cachicerrada. Fui ligero en esa afirmación. Pero que fue irreverente con De la Calle, lo fué. Júzguenlo los lectores. Y falto de criterio, lo es. De sindéresis, nada. Le manifiesto que por venir de quien viene, fue que rechacé sus descabezadas opiniones en RCN.

Lo demás del escrito de Jorge Enrique Pava no merece controversia. En una revoltura de peras con aguacates, deja traslucir sus personales visiones sobre el proceso de La Habana y una absurda presunción sobre la lucha de clases, que depende, según el, de si a uno le gustan las corridas o nó. Vaya, vaya. Y reduzcamos la discusión a sus justas proporciones. Esperemos que el Congreso en un plazo perentorio, dirima si siguen los circos abiertos o se suprimen. Y tengan la seguridad de que cualesquier cosa que decida, no  se van a mover los cimientos del aparato social ni del Estado. Por ahí me pareció haber leido en una providencia de la Corte Constitucional en la que le prende una vela a Dios y otra al Diablo, que  los espectáculos taurinos son considerados como expresión artística del ser humano. Pero también que el ejercicio del toreo no es expresión de un derecho fundamental, y por consiguiente sus retricciones no deben entenderse como limitaciones de derechos constitucionales. Dejemos ahí. Lo demás es literatura y peligrosos y bobalicones fuegos artificales.