18 de abril de 2024

18 años sin Godinez

21 de noviembre de 2017
21 de noviembre de 2017

Por Guillermo Romero Salamanca

El único actor de la serie “El Chavo del 8”, que nunca se equivocó, ni se salió del libreto fue Horacio Gómez Bolaños, más conocido como Godínez.

Roberto Gómez Bolaños, le propuso a su hermano que interpretara al niño que estaba en la fila trasera del salón y que cuando el profesor Jirafales lo llamara, simplemente contestara: “¡Yo por qué!” o “Yo no fui”. Esas eran las líneas de Horacio: sencillas, precisas, sin más texto, pero que les gustaban a los seguidores de la serie.

Uno de los capítulos que más éxito tuvo fue en el que don Ramón fue a estudiar a la escuela y Godínez estaba tan distraído en la clase que se la pasó silbando la canción “Ya vamos llegando a Pénjamo”, del maestro Rubén Méndez del Castillo e inmortalizada por Pedro Infante.

Horacio era también quien hacía los textos para los libros de cuentos de “El Chavo del 8” y “El Chapulín Colorado”.

Godínez es un término despectivo mexicano y se les aplica a los empleados de oficina que cumplen el horario, no se meten con nadie, no proponen una idea y en las reuniones permanecen callados y buscan no sobresalir para que no los tengan en la cuenta para nada. Cumplen simplemente con sus labores. Llegan puntuales, se quitan el saco, lo dejan en el perchero y se ponen a trabajar, generalmente frente a computadores, no contestan el teléfono, no hablan casi con nadie y cuando los inquieren, se ponen nerviosos y parecen de mal genio.

De todas formas, el maestro Chespirito le tenía gran cariño y lo llevó a laborar en las series cómicas, que hizo para televisión  y le invitó también a participar en películas como “El Chapulín Colorado”, “El Chavo del 8”, “El Chanfle”, “La Chicharra”, “Chespirito”, “El Chanfle 2” y “Don ratón y don ratero”.  

Cuando yo laboraba en Colprensa, me encomendaron cubrir un evento económico en el hotel Tequendama. Fui con el maestro Mario Galvis, un excelente fotógrafo que cojeaba, pero que tenía buena puntería para captar momentos inolvidables. A la salida del Salón Rojo nos topamos con don Horacio Gómez Bolaños. Yo le dije: “Don Godínez, ¿cómo le va?”. Y me preguntó: “¿Usted me conoce?”, le dije, “claro, el del Chavo del 8, me sé casi todos los capítulos”.

Entonces le comenté que era periodista de Colprensa, agencia de 16 periódicos en todo el país y don Horacio, me soltó la chiva. “Estoy acá con el elenco del Chavo del 8, vamos para una fiesta privada en Cali” y claro, le pedí que me ayudara con una entrevista con el famoso personaje mexicano. El accedió y a los pocos minutos bajaron don Roberto, su esposa Florinda Meza, don Rubén Aguirre y Édgar Vivar, conocido como el señor Barriga.

La entrevista, que fue la primera que le hicieron en Colombia, salió en casi todos los diarios de Colprensa. Don Orlando Cadavid no lo podía creer. Y casi todos en la redacción me decían: “!Chanfle!” y “No contaban con la astucia de Romero”. Mario se divirtió tomando fotos con el gran angular para hacer ver más gordo, al señor Barriga, e incluso, le regaló después varias placas para que se llevara de recuerdo.

Luego vendría el elenco para una Caminata de la Solidaridad y fue casi imposible saludar al monstruo de la actuación y la diversión, quien viajaba en un carro de bomberos y aglutinó a más de 3 millones de personas en su recorrido por las vías bogotanas.

Después de las grabaciones del “Chavo”, Horacio se fue a trabajar con el hijo de don Roberto a las oficinas que tenían para manejar todo lo relacionado con derechos de autor. Sufrió una fractura en la cabeza del fémur y, por lo tanto, debía caminar con bastón. Estuvo en los preparativos de un homenaje  que le haría Televisa a su hermano, pero el 21 de noviembre de 1999 un infarto al corazón lo llevó al más allá.